A pesar de que durante los últimos años, la actitud hacia la marihuana por parte de los gobiernos ha cambiado notablemente, lo que ha beneficiado más la exploración de esta sustancia con propósitos medicinales, recreativos e incluso su legalización, no significa que, al igual que el alcohol y el tabaco, esta droga no sea perjudicial.
Actualmente, ocho países, entre los que están Canadá, Uruguay, México y Tailandia, y 22 estados de Estados Unidos (EE. UU.), han legalizado la marihuana recreativa, y unos 50 países la han legalizado para uso medicinal.
La actual tendencia a favor de la legalización y el empleo medicinal de la marihuana ha provocado preocupación sobre el riesgo que tiene esta droga sobre la salud de los adolescentes.
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Determinar cuándo finaliza la adolescencia puede ser complicado, pero algo que está claro es que se trata de una etapa de varios cambios biológicos vinculados con el cerebro.
Esta fase se caracteriza por definir y desarrollar diferentes sectores del cerebro vinculados con el manejo de emociones, las reacciones ante el estrés, las recompensas y la motivación, la toma de decisiones, el pensar antes de actuar, el control de los impulsos y el razonamiento, por nombrar solo algunos aspectos del comportamiento.
Esta etapa provoca que los adolescentes sean más propensos a sufrir problemas de salud mental, como ansiedad y depresión, lo que puede alentarlos a consumir sustancia como la marihuana para sobrellevar sus conflictos, según la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias de EE. UU.
No obstante, uno de los problemas con el consumo de la marihuana es que, a largo plazo, pueden empeorar los problemas de salud mental.
Según un estudio publicado por el Journal of the American Medical Association (JAMA), en mayo de este año, el cual se enfocó en adolescentes que consumieron cannabis ocasionalmente en los últimos 12 meses, los adolescentes que consumían marihuana, pero no cumplían los criterios de adicción tenían entre dos y cuatro veces más problemas de salud mental, como depresión, pensamientos suicidas, lentitud de pensamiento y dificultad para concentrarse.
Este hallazgo podría establecer un vínculo entre el consumo de marihuana en la adolescencia y los problemas de salud mental, aunque todavía no está claro si esto tiene afecciones psicológicas.
Cabe destacar que otro estudio de la JAMA Psychiatry halló que el consumo de cannabis durante la adolescencia se asociaba a un mayor riesgo de desarrollar depresión y pensamientos suicidas en etapas posteriores de la vida.
