El Centro de Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos (EE. UU.) emitió una alerta el pasado 26 de junio tras confirmar cinco casos de malaria, los cuales representan los primeros contagios locales de la enfermedad en dos décadas.

Cuatro de los casos transmitidos por mosquitos fueron detectados en Texas y Florida, aunque el mismo CDC indicó que no parecen estar relacionados.

“Todos los pacientes recibieron tratamiento y están mejorando”, aseguró la agencia federal norteamericana, que está bajo la dirección del Departamento de Salud y Servicios Humanos

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Las autoridades ya han puesto en marcha medidas de vigilancia y control de mosquitos en las entidades afectadas, así como el monitoreo de otros casos.

Por su parte, el Gobierno de Florida publicó una alerta tras conocer los casos en los condados de Sarasota y Manatee. Asimismo, solicitaron a la población drenar las aguas estancadas donde se forman criaderos de mosquitos.

Por su parte, el estado de Texas también emitió una alerta después de que un residente que trabaja en exteriores en el condado de Cameron fuera diagnosticado con malaria. Hasta el momento es el único caso que se ha reportado a nivel estatal.

Ante la situación, el CDC especificó que “a pesar de estos casos, el riesgo de contagio local de malaria permanece extremadamente bajo en Estados Unidos”.

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