El redactor de motorsportmagazine.com, James Elson, afirma que si el total de los pilotos de reserva tomará la parrilla de salida durante las carreras al Sprint, en la Fórmula 1 podríamos tener una carrera real en tanto para constructores y para espectadores (tanto en pista como en televisión).
Es justo decir que el formato de carrera sprint no ha sido un éxito desde su creación en 2021.
Solo uno se ha considerado algo cercano a un clásico, el de Sao Paulo en 2021, pero realmente solo generó emoción debido a que Lewis Hamilton fue puesto atrás por una infracción técnica, por lo que se vio obligado a abrirse paso en el campo para mantener vivas sus esperanzas de título.
Desde entonces, el mini-GP ha llegado a representar un peso alrededor del cuello de la F1 tan torpe como las torpes medallas de marca criptográfica que a veces entrega a los ganadores; todo ahora se convierte en un claro punto de burla entre muchos fanáticos.
Con el principal inductor de la emoción de las carreras, el desgaste de los neumáticos, eliminado del maquillaje del sprint, la mayoría de las explosiones de los sábados han brindado muy poco entretenimiento, los autos corriendo en línea hacia atrás durante aproximadamente 20 vueltas.
Además de expresar su desaprobación por parte de los aficionados, el jefe del equipo Haas, Guenther Steiner, admitió que el último sprint en Azerbaiyán se convirtió en una sesión de prueba de neumáticos y que algunos de los pilotos tampoco estaban impresionados.
“Deseche todo”, dijo Max Verstappen después de los procedimientos de calificación de Bakú. “¿Por qué tenemos que implementar todas estas formas artificiales de ganar? Me aburrí en la calificación [sprint] de hoy para ser honesto. Disfruto cuando tenemos que poner todo en una sola cosa, como ayer [viernes, en la clasificación para el Gran Premio]”.
Sin embargo, el sprint podría continuar en un formato diferente y presentar la solución a varios de los problemas de la F1, sobre todo proporcionando entretenimiento en un sábado de sprint de una vez por todas.
En lugar de utilizar la plantilla actual de pilotos, los sábados de velocidad deberían utilizar la plantilla actual de pilotos de reserva y de prueba que pasan poco o nada de tiempo en la maquinaria de los grandes premios.
La parrilla podría establecerse en el orden de campeonato vigente en ese momento de los pilotos de carrera (con los pilotos de reserva adjuntos a sus contrapartes de carrera), y luego invertirse, con los puntos de los constructores yendo a los respectivos equipos de los pilotos.
Los competidores que actualmente tienen pocas oportunidades en las filas de F1 serían puestos en el centro de atención para un combate de gladiadores el sábado por la tarde; mismos que podrían llamar más la atención para hacer más y mejores movimientos en la ‘Silly Season’.
¿Quién no quiere ver a Daniel Ricciardo traer de vuelta en un Red Bull o que Mick Schumacher se pruebe a sí mismo en un Mercedes?
La F1 también podría sortear el estado de cosas francamente vergonzoso de las últimas dos temporadas cuando los dos últimos campeones reinantes de F2, Oscar Piastri y Felipe Drugovich, tuvieron que quedarse fuera de la temporada después de su año del título.
Tener a Piastri pavoneándose en sprints sin restricciones hubiera sido brillante, y ciertamente hubiera sido interesante ver lo que Drugovich podría hacer en un Aston Martin con Lance Stroll actualmente luchando tanto este año.
También se podría traer a otros fuera de la F1: ¿por qué no recompensar a un piloto de Ferrari Hypercar ganador de Le Mans con una carrera de velocidad en un equipo afiliado? McLaren usa sus estrellas de Indycar en la F1 (si el calendario lo permite)?
Los conductores desesperados por ganar un viaje permanente los domingos arriesgarían casi todo, pero con un poco de reserva sabiendo que tienen la responsabilidad de contribuir con los puntos de construcción para sus equipos. Eso, combinado con el diferencial de rendimiento en una carrera de parrilla inversa, sería algo emocionante.
Conservaría la supuesta santidad de la meritocracia de la F1 (¡ja!) entre su cosecha dominical actual, pero aún así brindaría las emociones y los derrames que anhelan los fanáticos de las carreras de autos.
Es probable que haya banderas amarillas y autos de seguridad, así que ¿por qué no hacer que el sprint sea una carrera de 30 minutos en lugar de tener un número determinado de vueltas?
De esa manera, el reloj podría detenerse durante los períodos de bandera amarilla/auto de seguridad/VSC para que la tarde no se convierta en un detonador húmedo mientras los comisarios recogen pedazos de fibra de carbono rota.
El límite de costos tendría que ser levantado ligeramente como resultado de la carnicería inevitable que a veces se desarrollará con los conductores jóvenes peleando, pero ¿qué problema causaría esto?
Si los equipos de F1 no se sintieran cómodos con las carreras de los sábados contribuyendo a los recorridos de sus constructores, una alternativa sería convertir el sprint en un mini campeonato en sí mismo, con el premio de alguna forma de financiación para la carrera del piloto ganador. Si no es relevante, digamos en el caso de Ricciardo, el dinero podría volver al automovilismo de base para ayudar a aquellos que nunca tienen una oportunidad en la F1.
Después de todo, la F1 nunca ha tratado de fingir que los sprints existen para algún tipo de carrera ideal más grande: se trata simplemente de ofrecer más espectáculo un sábado y, por lo tanto, lograr que más personas lo vean.
El conjunto de pilotos de reserva no utilizados pateando sus talones podría proporcionar la respuesta a eso.
