Aunque The Flash ha logrado obtener ganancias equivalentes a su costo de producción, el resultado es agridulce, ya que el filme fue calificado como un fracaso después de que Warner Bros. guardó silencio ante las controversias de Ezra Miller y promocionara el filme como el mejor de superhéroes de los últimos años.
Desde su comienzo, el estreno de The Flash ha generado divisiones entre los fans de DC, quienes debaten sobre el futuro de la franquicia tras el fin del Snyderverse y la salida de Ben Affleck y Henry Cavill.
No obstante, la película no cumplió las expectativas de ninguna de las dos posturas, ya que no adoptó por completo la visión de Zack Snyder y no estableció un reinicio para darle paso al nuevo DCU. Además, los problemas legales de Ezra Miller han afectado su recepción.
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La película debutó con un fin de semana pésimo, el cual fue secundado por una segunda semana catastrófica, con resultados se compararon a otros desastres como Morbius. La desastrosa apertura supone una serie de cuestionamientos sobre el agotamiento del público respecto al género de superhéroes y el poder de los fans para influir en la dirección de una franquicia.
Según informes, The Flash ha recaudado alrededor de $214 millones a nivel mundial, lo cual supera la inversión realizada en la próxima. Sin embargo, los expertos estiman que no alcanzará los $300 millones y dejará a Warner Bros. con pérdidas de alrededor de $200 millones.
Con otros estrenos en camino y un descenso en la asistencia a las salas de cine, la película enfrenta un panorama desafiante. Aunque Warner Bros. había proclamado que era la mejor película de superhéroes en años, su recepción no ha correspondido a las expectativas.
