El pasado martes 4 de julio, la superestrella de Los Angeles Angels, Shohei Ohtani, abandonó el montículo a principios de la sexta entrada con una aparente lesión en el dedo después de ceder jonrones consecutivos en la derrota ante los Padres de San Diego.
Tras la lesión, Shohei Ohtani anunció que no tiene previsto lanzar en el All-Star Game. El lanzador de two-way espera curarse en los 10 días antes de su próxima salida después de las vacaciones, según Jeff Fletcher de SoCal News Group.
Él puede considerar el bateo en los tres últimos partidos de esta semana antes de la pausa del All-Star, dependiendo de si va a empeorar su lesión. Los Ángeles pueden optar por descansar a su bateador para asegurarse de que la lesión no se deteriore, dados sus otros problemas en curso.
La lesión de Ohtani es la última de una serie de desgracias para los Ángeles, que parecen no poder tomarse un respiro. En un lapso de 24 horas, perdieron casi la mitad de su nómina por lesiones, una realidad desalentadora para una franquicia casi sin margen de error este verano.
Además de la lesión en el dedo de Ohtani, Mike Trout salió con una fractura de muñeca en una extraña lesión la noche anterior. Necesitará cirugía y se espera que se pierda un período prolongado de potencialmente 6-8 semanas.
Con la lesión de Trout anunciada antes del partido de la tarde del martes, los problemas no habían hecho más que empezar para los Angels. Anthony Rendon siguió con un lanzamiento en la espinilla poco antes de la salida de Ohtani, y salió cojeando del campo.
En estos momentos los Angels se encuentran con una marca de 45 partidos ganados y 43 derrotas. Se colocan como terceros del oeste de la Americana, por detrás de los Astros de Houston y los Texas Rangers.
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