Las autoridades francesas revelaron que casi 750 personas fueron condenadas a prisión en Francia a causa de los disturbios que se desataron tras la muerte de un adolescente de 17 años, identificado como Nahel, por un disparo a quemarropa de la policía durante un control del tránsito en Nanterre.
Durante el pronunciamiento, las autoridades indicaron que defienden “una respuesta firme y sistemática”.
“Era muy importante que hubiera una respuesta firme y sistemática (…) Era esencial que restableciéramos el orden”, aseguró el ministro de Justicia, Éric Dupond-Moretti, durante una entrevista en la radio RTL.
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Hasta el momento, los tribunales han dictado mil 278 sentencias, 95 por ciento de ellas condenatorias, indicó el ministro. Asimismo, de las mil 056 personas condenadas a penas de cárcel, a 742 se les impuso prisión firme y 600 ya están encarceladas, agregó.
La respuesta del presidente Emmanuel Macron a este estallido de violencia se fundamentó en un fuerte despliegue policial de hasta 45 mil agentes y llamados a la responsabilidad.
La muerte del adolescente de 17 años conmocionó al país entero y dio lugar a las violentas protestas contra la brutalidad policiaca.
Durante las manifestaciones, los ciudadanos levantaron barricadas, incendiaron vehículos y lanzaron fuegos artificiales contra la policía, que respondió con gases lacrimógenos y cañones de agua.
La situación volvió a situar en el punto de enfoque el recurrente debate sobre la violencia policial en Francia.
El Gobierno afirmó que estaban dispuestos a considerar las cotizaciones sociales y fiscales para los comercios atacados.
La federación francesa de aseguradoras France Assureurs indicó que se declararon cinco mil 800 siniestros de particulares y profesionales. Además, estimaron que los daños son de 650 millones de euros (unos 730 millones de dólares).
Más allá de los daños materiales, la clase política sigue sin ponerse de acuerdo sobre la raíz del estallido de violencia, como constató el mandatario centrista durante la reunión con los alcaldes.
