Durante un tiempo, Kemba Walker fue uno de los escoltas más brillantes de la NBA, pero por desgracia las lesiones han hecho mucho daño a su carrera. Poco después de unirse a los Boston Celtics, las lesiones de rodilla comenzaron a aparecer con alarmante frecuencia para Walker, y después de un fallido paso de una temporada con los New York Knicks, Walker jugó en sólo nueve partidos para los Dallas Mavericks la temporada pasada.
Los equipos de la liga no parecían tener mucho interés en contar con Walker debido a sus lesiones, lo cual es difícil de entender, pero tiene sentido. Sin embargo, eso no ha impedido que Walker encuentre un nuevo hogar basquetbolístico, aunque para ello tenga que irse a Europa a jugar con el AS Mónaco Basket en la liga francesa LNB Pro A, en lugar de quedarse en la NBA.
Es bueno ver que Walker encuentra un lugar donde seguir jugando al baloncesto, aunque no sea en la NBA. Walker ha luchado para encontrar algún tipo de tiempo de juego consistente en las últimas temporadas, así que quién sabe, tal vez será capaz de demostrar que todavía podría ser útil para un equipo de la NBA mediante el aterrizaje de minutos extendidos con su nuevo equipo en Francia.
Walker no va a ser el anotador de 20 puntos por partido de antaño, pero aun así podría resultar una presencia valiosa para su nuevo equipo en Francia, tanto si sale desde el banquillo como si es titular. Se trata de un fichaje un tanto inesperado para Walker, pero será interesante ver si puede encontrar su forma con el Mónaco.
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