Según datos del observatorio europeo Copernicus, el Instituto de Ciencias del Mar (ICM) dio a conocer que las aguas del mar Mediterráneo alcanzaron un récord de temperatura.
Esta excepcional ola de calor en la zona coincidió con el registro de una temperatura mediana diaria récord de 28,71 ºC para el período de 1982-2023. Este valor supera el récord anterior de 28,25 ºC establecido en 2003.
Aunque los datos aún deben ser confirmados por Copernicus, los investigadores del ICM, Justino Martinez y Emilio García, expresaron su confianza en que la indicación de la temperatura hasta el primer decimal es globalmente correcta y poco sesgada. Prefirieron utilizar un valor mediano en lugar del promedio (28,40 ºC el lunes) para evitar que los valores atípicos, como las temperaturas extremas en puntos aislados del Mediterráneo, afectaran el resultado.
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En algunas zonas, como entre la isla de Sicilia y la ciudad de Nápoles en Italia, se registraron temperaturas superiores a los 30 ºC, es decir, 4 ºC por encima de lo normal.
Un estudio publicado en julio de 2022 en la revista Global Change Biology advierte que los ecosistemas marinos enfrentan una amenaza debido a las altas temperaturas.
Entre 2015 y 2019, aproximadamente 50 especies, incluyendo corales, abanicos de mar, erizos de mar, moluscos, bivalvos y posidonia, experimentaron mortalidades masivas en la región comprendida entre la superficie y los 45 metros de profundidad.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de Naciones Unidas considera la región mediterránea como un “punto caliente” en términos de cambio climático. Desde la década de 1980, los ecosistemas marinos en el Mediterráneo han experimentado cambios significativos, incluido un declive en la biodiversidad y la aparición de especies invasoras, según indica el IPCC.
Si la temperatura supera en 1,5 ºC los niveles de la era preindustrial, se estima que más del 20% de las especies de peces e invertebrados en el Mediterráneo oriental podrían desaparecer localmente antes de 2060.
Los expertos de la ONU advierten que los ingresos pesqueros también podrían disminuir hasta un 30% para el año 2050.
