Los montes de la isla española de Tenerife han sido declaradas como “zona catastrófica” por las autoridades españolas tras seis días continuos en llamas. Según el último recuento, el incendio ha consumido más de 13 mil 383 hectáreas.
De existir una tentativa mejora, culminarían los desalojos decretados por la Dirección General de Emergencias del gobierno de Canarias en Arafo y en distintas partes del municipio de El Rosario.
A pesar de la significativa tragedia que representa este incendio para el medio ambiente, todavía no ha habido víctimas mortales provocadas por el siniestro y tampoco ha arrasado con viviendas, según informó la presidenta del Cabildo de Tenerife, Rosa Dávila.
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La organización SEO/BirdLife reportó que el incendio está perjudicando al hábitat de 39 especies de aves, muchas de ellas especies o subespecies endémicas tanto a nivel insular como canario o macaronésico. También está afectando a espacios protegidos de gran valor ecológico, entre ellos, el Parque Nacional del Teide.
La deterioración de la calidad del aire debido al incendio, compuesto por una mezcla de gases y partículas pequeñas que se generan a través de la combustión de la vegetación y otros materiales, es otra de las inquietudes más grandes de las autoridades.
Durante su visita al puesto de mando avanzado en Arafo, el jefe del ejecutivo español en funciones, Pedro Sánchez, indicó que en el momento en el que se tenga controlado el incendio, el Consejo de Ministros aprobará la declaración de zona gravemente afectada por una emergencia de protección civil, también conocida como “zona catastrófica”.
Sánchez afirmó que habrá involucramiento por parte del Gobierno para reconstruir las zonas afectadas y para auxiliar a las personas damnificadas por el fuego.
