El Sepahan iraní debía recibir al Al-Ittihad, campeón de la Pro League saudí, pero el partido se canceló cuando los visitantes se presentaron en el estadio Naghsh-e-Jahan y vieron una estatua de Qasem Soleimani,una figura profundamente impopular en Arabia Saudí.
Según la prensa en Medio Oriente, la Asociación Saudí de Fútbol ordenó al Al-Ittihad que regresara a casa después de que el busto fuera colocado en el interior del estadio antes del saque inicial.
Soleimani era el comandante militar más poderoso de Irán antes de morir en un ataque selectivo de un avión no tripulado estadounidense en enero de 2020. Dirigía las operaciones militares de Irán en Oriente Próximo, y Donald Trump afirmó que Soleimani era “responsable de la muerte de millones de personas”.
El Al-Ittihad viajó a Ispahán para el partido e incluso se entrenó el domingo en el campo. El equipo estaba preparado para jugar, y su entrenador, Nuno Espírito Santo, alineó un once inicial, pero decidió no participar cuando vio el busto de Soleimani.
El partido estaba programado para las 17:00 (hora británica). El Al-Ittihad escribió en X a las 16:10: “¡El equipo del Al-Ittihad ha llegado al estadio! Con los corazones llenos de emoción y las camisetas en llamas, ¡están listos para conquistar el campo y dejar su huella!”.
Alrededor de 60.000 aficionados esperaban en el interior del estadio del Sepahan antes del choque continental, firmando y encendiendo bengalas, pero se vieron obligados a marcharse a casa cuando se apagaron las luces.
Al parecer, el busto de Soleimani también enfureció a los seguidores del Sepahan. Un vídeo de los seguidores locales lanzando objetos contra la estatua se ha hecho viral.
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