Este viernes, la Asamblea General de la ONU aprobó, por una amplia mayoría (120 votos a favor, 14 en contra y 45 abstenciones) una resolución no vinculante que solicita “el cese de hostilidades” en Gaza con una “tregua humanitaria inmediata y duradera”.
Se trata de la primera resolución que determina un organismo de Naciones Unidas tras cuatro intentos fallidos en el Consejo de Seguridad.
La determinación contiene “un rechazo al traslado forzoso de la población civil palestina”. Estados Unidos, Israel, quienes sostienen una relación complicada con la ONU, y otros países aliados rechazaron la resolución. En contraparte, el mundo árabe, Rusia y China votaron a favor de la resolución, mientras que la Unión Europea votó de manera dividida.
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El texto fue propuesto por Jordania y posteriormente aprobado por la ONU. En el documento no se menciona a Hamás ni a Israel, después de negar una enmienda canadiense que solicitaba de manera explícita a Hamás por los atentados del 7 de octubre que provocaron la muerte de más de mil 400 israelíes, la mayoría civiles.
Recientemente, un discurso realizado por el secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, en el Consejo de Seguridad de la ONU, que abordó el conflicto entre Israel y Hamás, así como sus impactos en los civiles palestinos en Gaza, generó una enérgica protesta por parte de la representación israelí ante el organismo internacional.
Durante su discurso, Guterres condenó el ataque de Hamás del 7 de octubre, que resultó en la muerte de más de mil 400 personas, pero también subrayó que las acciones de Hamás no se originaron “de la nada”.
Destacó que los palestinos han enfrentado la pérdida de sus tierras debido a asentamientos y la persistente violencia, así como la asfixia de su economía. Además, mencionó el desplazamiento de personas y la demolición de hogares, lo que ha socavado sus esperanzas de una solución política.
