La escasez ha creado en las mujeres la necesidad de buscar pastillas con la finalidad de retrasar su menstruación.
A un mes del comienzo de la guerra con Israel-Hamás y en respuesta del ejército Israelí, Gaza se encuentra en un asedio militar extremo, por lo cual los derechos de los niños, niñas, adolescentes y mujeres se han visto perjudicados.
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Los derechos y recursos que son limitados en Gaza son el agua, una vida libre de violencia y una menstruación digna.
Debido a la escasez de agua, las mujeres palestinas han decidido tomar pastillas con el objetivo de retrasar su menstruación por la falta de agua, productos de gestión menstrual y etc, debido a los bloqueos por Israel.
Sin embargo, tomar el medicamento también tiene su propio riesgo, pues estas pastillas son recetadas para el control del sangrado menstrual intenso, la endometriosis o períodos dolorosos, sin embargo, las mujeres de Gaza ven la noretisterona como un recurso para poder continuar.
Los efectos secundarios de estos medicamentos son sangrado vaginal irregular, náuseas, cambios en el ciclo menstrual, mareos o cambios de humor, además de los impactos psicológicos y físicos que causa la guerra.
