Alrededor de las 7:00 del horario local, una explosión en Marawi detonó en medio de la celebración de una misa católica que se llevaba a cabo en la Universidad de Mindanao, en el sur de Filipinas.
La explosión dejó un saldo de cuatro muertos y 42 que resultaron heridas, además, muchos de los asistentes a la misa eran estudiantes universitarios.
El policía investigador Aliasgar Binaning, señaló que las autoridades iniciaron un operativo para determinar la autoría del ataque.
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El gobernador de Lanao del Sur, Mamintal Adiong, definió el incidente como un ‘ataque terrorista’ con bomba:
“En mi provincia defendemos los derechos humanos básicos, y eso incluye el derecho a la religión. Los ataques terroristas a instituciones educativas también deben ser condenados porque son lugares que promueven la cultura de paz y moldean a nuestros jóvenes para que sean los futuros formadores de este país”, señaló Adiond por medio de Facebook.
Por su parte, la Universidad de Mindanao señaló que se encuentran “profundamente entristecida y consternada por el acto de violencia ocurrido durante una reunión religiosa”, señalando la explosión.
Además de que la institución señaló que condenan el acto ‘horrible y sin sentido’, y posteriormente informó a todos los miembros de la Universidad que las clases serían suspendidas hasta nuevo aviso.
“Estamos trabajando estrechamente con las unidades del gobierno local y las autoridades policiales para investigar este incidente y llevar a los perpetradores ante la justicia”, señaló la universidad.
