Gracias a imágenes por satélite, científicos del Centro Antártico Británico (BAS, por sus siglas en inglés), lograron encontrar cuatro colonias de pingüinos emperador previamente desconocidas.
Estos pingüinos son la especie más grande y pesada de este animal, con una altura que puede alcanzar los 1.2 metros, un peso que oscila entre los 22 y 45 kilogramos, aunque algunos individuos pueden llegar a pesar más y son conocidos por su plumaje blanco y negro, con una mancha anaranjada en la parte inferior de su cuello y habitan en la Antártida.
De acuerdo al BAS, las condiciones adversas e impredecibles del hielo marino antártico han forzado a varias colonias de esta especie a trasladarse más de 40 kilómetros en busca de un hielo más estable para reproducirse.
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Los científicos buscaron los lugares donde estaban las colonias de los pingüinos y, en el proceso, hallaron cuatro nunca antes registradas. Estas corresponden a la colonia en la Bahía Halley, que se pensaba que había desaparecido.
Con estos nuevos descubrimientos, el total de asentamientos conocidos de estas aves marinas asciende ahora a 66.
Además, tienen la cabeza y las orejas de color negro y un pico largo y delgado. Su alimentación se basa principalmente en peces y calamares, y son conocidos por sus habilidades de buceo, pudiendo sumergirse a grandes profundidades en busca de alimento.
Los pingüinos emperador son famosos por su forma única de reproducción. Después de poner un solo huevo, la hembra lo transfiere al macho, quien lo incuba durante aproximadamente dos meses mientras la hembra se aleja para alimentarse. Durante este tiempo, los machos pasan por condiciones extremas de frío y oscuridad invernal. Una vez que el huevo eclosiona, la hembra regresa y se hace cargo del cuidado del polluelo.
Estos pingüinos son adaptados a las duras condiciones del ambiente antártico y son considerados una especie emblemática de la región. Su forma de vida y comportamiento único ha atraído la atención de científicos y amantes de la naturaleza por igual.
