Los problemas de suministro en un oleoducto clave que abastece a Estados Unidos y las amenazas rusas de un recorte a la producción se combinaron con el debilitamiento de la economía mundial para prolongar la mala racha que viven los precios del petróleo.
El declive del petróleo ha continuado durante varias semanas, una caída impulsada por el conflicto de la invasión rusa a Ucrania y la recuperación de la economía pospandemia.
El precio del crudo Brent perdió 50 centavos, equivalente a un .66 por ciento, hasta los 75.60 dólares el barril. Por otra parte, el crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) caía 40 centavos, o un 0.56 por ciento, lo que respecta a 70.62 dólares el barril.
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Asimismo, apenas la semana pasado tanto el Brent y el WTI cayeron a su nivel más bajo desde diciembre de 2021.
Apenas el pasado viernes, el presidente ruso, Vladimir Putin, expuso que Rusia podría recortar la producción y se negaría a vender petróleo a cualquier país que imponga un tope de precios “estúpido” a las exportaciones rusas.
