En el pasado episodio de La Casa del Dragón, la audiencia fue testigo de la primera gran batalla en Poniente, cuyas secuelas se exploraron en el Episodio 5. La Batalla de Reposo del Grajo marcó un antes y un después en La Casa del Dragón (HOTD), mostrando el enfrentamiento entre los dragones de las distintas facciones de la familia Targaryen.
Este conflicto dejó a su paso una devastación significativa, afectando tanto a los Verdes como a los Negros, y culminó con la casi muerte del rey Aegon II y la trágica muerte de Rhaenys junto a su dragón, Meleys.
El impacto de este enfrentamiento en La Casa del Dragón ha sido profundo; las consecuencias políticas y sociales se hicieron evidentes cuando Ser Criston Cole paseó la cabeza decapitada de Meleys por las calles de Desembarco del Rey.
La reacción del pueblo fue de terror y desilusión, al darse cuenta de que los Targaryen no son semidioses y que sus dragones no son invencibles.
La directora Clare Kilner, junto al guionista Ti Mikkel, lograron capturar la atmósfera de tensión y desesperanza que se vive en la capital, donde la posibilidad de una revuelta está más presente que nunca: con nula acción de combate pero sí en la puesta en escena.
El futuro incierto de Poniente
El Episodio 5 de La Casa del Dragón profundiza en las repercusiones de la Batalla de Reposo del Grajo.
La muerte de un dragón legendario como el de la Reina que Nunca Fue no solo afectó a las facciones en guerra, sino también al pueblo de Poniente, sembrando el miedo y la incertidumbre. En este contexto, se hace evidente que las negociaciones y los acuerdos diplomáticos han quedado en el pasado, dando paso a un conflicto abierto y sin retorno.
La trama del nuevo episodio de La Casa del Dragón se centra en la frágil situación del rey Aegon II, herido y debilitado.
Mientras tanto, en Rocadragón, Rhaenyra enfrenta desafíos internos y externos. La ausencia de Daemon Targaryen y sus propias ambiciones de poder complican aún más la situación, mostrando un reino en caos y al borde de una guerra civil.
En la Fortaleza Roja, la situación no es mejor; Alicent se ve obligada a ceder poder a Aemond, quien demuestra ser un regente más violento y estratégico que su hermano, y apto para reinar bajo la guerra.
Con Vhagar, el dragón más grande y peligroso de Poniente, Aemond posee un poder considerable que podría inclinar la balanza a favor de los Verdes.
La gente que llora por que en #HouseOfTheDragon apenas hay batallas se olvida de que en #GameOfThrones la primera batalla que veíamos era la de ‘Blackwater’ y eso no sucedía hasta el final de su segunda temporada.
Se olvidan que la trama política es la esencia de este Universo. pic.twitter.com/C3JV8KEPEI
— King Targaryen 🐉 (@KingTargaryenn) July 15, 2024
La guerra en manos de los dragones
La Casa del Dragón muestra que el verdadero poder en Poniente reside en los dragones y sus jinetes: Aemond, con su dragón Vhagar, tiene una ventaja significativa, habiendo derrotado a dos dragones emblemáticos de los Targaryen.
Esta supremacía aérea y de fuego posiciona a los Verdes en un lugar de confianza, mientras los Negros luchan por encontrar una estrategia para contrarrestar esta amenaza.
El episodio concluye con una conversación crucial entre la Reina Negra y su hijo, donde se decide buscar más dragones y jinetes para fortalecer su posición.
La Casa del Dragón se dirige hacia una confrontación inevitable, donde el aire y las llamas serán los campos de batalla. En resumen, la serie continúa desarrollando una narrativa rica en intriga política y conflictos épicos.
La batalla por el Trono de Hierro se intensifica.
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