Recuperan cadáver de la ballena más rara del mundo en Nueva Zelanda

Los investigadores consideran la reciente aparición del cadáver de una ballena de diente de pala en una playa de Nueva Zelanda como un descubrimiento significativo en el estudio de estos enigmáticos cetáceos. Este hallazgo en la región de Otago podría ofrecer información crucial sobre la ballena más rara del mundo, una especie tan elusiva que nadie ha avistado con vida.

 

View this post on Instagram

 

A post shared by Garmo Click (@garmoclick)

La ballena de diente de pala: una especie misteriosa

Científicos han mostrado interés en las ballenas de diente de pala, consideradas las más raras del mundo, durante décadas.

La falta de avistamientos vivos de estas criaturas ha dejado muchas preguntas sin respuesta sobre su número, dieta y hábitat en el vasto Océano Pacífico meridional; es así que la reciente aparición de un espécimen varado en una playa de la Isla Sur de Nueva Zelanda ha despertado esperanzas entre los investigadores.

Identificaron a la ballena, que mide cinco metros de largo, como una ballena picuda, un tipo de cetáceo conocido por su cráneo, pico y dientes distintivos.

Hannah Hendriks, asesora técnica marina del Departamento de Conservación de Nueva Zelanda, explicó que esta identificación se realizó basándose en los patrones de color y la forma del cráneo del animal.

Según Hendriks, el hallazgo es particularmente importante ya que este sería el primer ejemplar de ballena de diente de pala encontrado en un estado que permitiría su disección y estudio detallado.

Implicaciones del hallazgo

El descubrimiento de esta ballena de diente de pala ofrece una oportunidad única para los científicos. Solo han encontrado otros seis ejemplares de esta especie, y los hallados en la Isla Norte de Nueva Zelanda fueron enterrados antes de que se pudieran realizar pruebas de ADN para verificar su identificación.

Te podría interesar:  TERREMOTO EN TURQUÍA: AUMENTA A 33 MIL PERSONAS EL NÚMERO DE MUERTOS

En esta ocasión, los investigadores trasladaron rápidamente el cadáver a un almacén frigorífico, lo que les permite planificar un examen exhaustivo en colaboración con las tribus maoríes locales, quienes consideran a las ballenas como un taonga, un tesoro sagrado de importancia cultural.

La ubicación de estas ballenas sigue siendo un misterio; se cree que se sumergen en busca de alimento y rara vez salen a la superficie, lo que dificulta su estudio.

Hendriks comentó sobre la dificultad de investigar a mamíferos marinos tan raros, comparándolo con “buscar una aguja en un pajar”.

El interés en esta especie se remonta a 1872, cuando se encontraron los primeros huesos de una ballena de diente de pala en la isla neozelandesa de Pitt.

Otros descubrimientos en la década de 1950 y 1986 en diferentes islas del Pacífico Sur, así como la secuenciación del ADN en 2002, confirmaron que estos ejemplares pertenecían a una misma especie distinta de otros zifios.

Sin embargo, hasta ahora no se había podido confirmar si la especie seguía existiendo.

En 2010, dos zifios completos, aunque muertos, aparecieron en una playa de Nueva Zelanda; inicialmente confundidos con otras especies de zifios más comunes, las muestras de tejido revelaron más tarde que se trataba de la enigmática ballena de diente de pala.

Nueva Zelanda ha registrado más de cinco mil casos de varamientos de ballenas desde 1840, siendo conocida como un punto caliente para estos eventos.

Más información relevante aquí.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *