El snus blanco, una nueva droga en auge entre los jóvenes, está reemplazando al tabaco. “Es una puerta de entrada a la adicción”, advierten expertos.
El snus blanco, también llamado snus sintético o bolsas de nicotina, es una forma de nicotina sintética que se ha popularizado entre los jóvenes. Se vende fácilmente por internet, lo que ha alarmado a expertos y asociaciones antitabaco. Estas pequeñas bolsas se colocan entre el labio superior y las encías, donde se absorben sin necesidad de masticar. Este gesto simple puede llevar a una dependencia rápida, ya que el snus contiene más nicotina que los cigarrillos tradicionales. Mientras un cigarrillo tiene unos 8 mg de nicotina, el snus blanco puede contener entre 20 y 50 mg.
La doctora Enriqueta Ochoa, especialista en adicciones, señala que el snus no genera “sensaciones negativas” como el tabaco, lo que crea una falsa seguridad en su consumo. Sin embargo, advierte que su alta concentración de nicotina puede ser más adictiva. Ochoa también destaca que, como ocurre con los vapers, el snus viene en distintos sabores, lo que lo hace aún más atractivo para los jóvenes.
Las redes y el snus blanco
Aunque su consumo es aún minoritario, su presencia en redes sociales ha crecido. Según el psicofarmacólogo Antón Gómez, su facilidad de consumo en cualquier lugar, sin dejar rastro de humo, lo hace atractivo para los jóvenes. Aunque el snus no afecta al sistema respiratorio como el tabaco, sus efectos impactan el tracto intestinal y urinario.
Las asociaciones antifumadores exigen que se regule el snus blanco, que actualmente no está controlado en España. Señalan que se está permitiendo la entrada de un producto dirigido principalmente a adolescentes, como ocurrió con los cigarrillos electrónicos. La doctora Ochoa confirma que el nuevo Plan Integral para la Prevención y Control del Tabaquismo de 2024 menciona esta sustancia, pero aún queda mucho por hacer.
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