La estrella de la Época de Oro del Cine Mexicano, Silvia Pinal, visitó el nuevo complejo en compañía de sus hijas, Sylvia Pasquel y Alejandra Guzmán, y su nieta, Stephanie Salas. Este complejo, que exhibe varias fotografías de la actriz, cuenta con 12 camerinos distribuidos en dos niveles, diseñados para acoger a actores y actrices de la industria.
“El edificio rinde homenaje a Silvia Pinal, una de las figuras más destacadas del cine mexicano y mundial gracias a su impresionante trayectoria en el entretenimiento”, declaró el comunicado oficial de los Estudios.
Los camerinos llevan el nombre de iconos del cine como Dolores del Río y Columba Domínguez.
Durante su discurso antes de la develación de la placa conmemorativa, Alejandra Guzmán agradeció a su madre: “Nos has enseñado con tanto amor todo lo que sabes. Gracias por todo lo que nos has dado y por regalarnos tu arte”.
Pinal preocupó al público mexicano en diciembre pasado al ingresar al hospital en la Ciudad de México por influenza para evitar complicaciones. Los médicos la dieron de alta el 31 de diciembre, y ella celebró el Año Nuevo con su familia. Actualmente, sigue con sus terapias de movimiento.
Acerca de Silvia Pinal
Silvia Pinal es una verdadera leyenda del entretenimiento en México. Nacida el 12 de septiembre de 1931 en la vibrante Ciudad de México, Silvia no solo ha sido una actriz icónica, sino también un símbolo de elegancia y talento en el cine, teatro y televisión.
Su historia comienza en el mundo del modelaje, pero pronto se lanzó a la actuación con una energía y carisma inigualables. En los años 50, hizo su primera gran aparición en la pantalla grande con “El inocente”, pero fue su participación en “Viridiana” (1961), dirigida por el maestro Luis Buñuel, la que la puso en el radar internacional. En esta película, Silvia mostró un rango actoral impresionante que dejó a todos boquiabiertos.
Pero la magia de Silvia no se detiene ahí. En la televisión, se convirtió en una figura queridísima por el público. Sus papeles en telenovelas como “Muchacha italiana viene a casarse”, “La hija del jardinero” y la favorita de muchos “María Isabel” la convirtieron en la favorita de muchas familias mexicanas. Con cada personaje, Silvia demostró que podía hacer reír, llorar y suspirar a la audiencia.
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