La Cámara de Diputados aprobó este jueves la reforma a la Guardia Nacional. De esta manera, Morena y aliados concretan la transferencia del cuerpo policial a la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA). Esta modificación constitucional también tendrá que ser aprobada por el Senado de la República, órgano en el que Morena y sus aliados se encuentran, en teoría, por debajo de la mayoría calificada necesaria, pero en el que pueden buscar votos tránsfugos de otros partidos, como lo hicieron la semana pasada para pasar la Reforma Judicial.
El gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ha perseguido la militarización de la Guardia Nacional desde hace tiempo. La medida sufrió un revés importante en abril de 2023, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) decretó que la reforma presentada en aquel momento era inconstitucional. Más de un año después, el oficialismo ha vuelto a la carga con el llamado “Plan C”, una estrategia que también incluía la reforma al Poder Judicial, recientemente aprobada y publicada en el Diario Oficial de la Federación.
¿Qué implica la Reforma a la Guardia Nacional?
La reforma pretende definir a la Guardia Nacional (GN) como una fuerza de seguridad pública, pero integrada por personal de formación militar. Además, la SEDENA será la encargada de manejar el presupuesto de la GN, así como de designar, por medio de una propuesta presentada al presidente, a los candidatos que busquen presidir el cuerpo policial. La medida también busca que los miembros de esta institución solo puedan ser juzgados por tribunales militares. Finalmente, la GN estará subordinada a acatar la estrategia nacional de seguridad, diseñada y establecida desde la Secretaría de Seguridad. En el plano general, la reforma abre la puerta para una mayor participación de los militares en funciones de seguridad pública, difuminando los actuales límites constitucionales.
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