En medio de una crisis de violencia, enmarcada por el macabro asesinato del alcalde de Chilpancingo, el asesinato de seis migrantes a manos de militares en Chiapas y los conflictos armados derivados de la guerra interna que viven dos facciones del Cártel de Sinaloa, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó el plan de seguridad con el que buscará, por lo menos, apaciguar la situación de inseguridad que atraviesa México.
“No va a regresar la guerra contra el narco (…) Nosotros vamos a usar prevención y atención a las causas (…) Los delitos de alto impacto van a disminuir porque hay una estrategia y se va a cumplir”, aseguró Sheinabaum.
Entre los retos más grandes que afronta la primera presidenta en la historia del país destaca la violencia que vive México. A pesar de que durante los últimos seis años los homicidios disminuyeron anualmente, a nivel global, el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), predecesor de Sheinbaum, fue el sexenio más violento en la historia reciente.
De acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI), del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNSP) y de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el ciclo administrativo de AMLO finalizó con 199 mil 619 personas asesinadas, un promedio de 94 por día, aunque este conteo no considera los homicidios registrados en 2024, por lo que el sexenio de López Obrador muy probablemente supere los 200 mil homicidios.
De lo micro a lo macro: ¿Podrá Sheinbaum replicar lo logrado en la CDMX?
La experiencia de Sheinbaum como jefa de Gobierno de la Ciudad de México de 2018 a 2023 serviría como una base para el objetivo que desea alcanzar a nivel nacional y es que durante los últimos seis años, los homicidios y secuestros registrados en la capital del país disminuyeron a la mitad.
Durante su último informe, la exjefa de Gobierno reveló que durante su administración lograron reducir la cifra de homicidios dolosos un 51 por ciento, lo que en su momento posicionó a la capital por debajo de urbes como Monterrey, Guadalajara, Nueva Orleans y Filadelfia, entre otras.
“En homicidio doloso, la reducción, de enero-mayo del 2019 a enero-mayo del 2023, es del 51 por ciento y destaco que cuando llegamos al Gobierno de la Ciudad había un crecimiento exponencial en todos los delitos, pero particularmente en los homicidios; llegamos a tener promedios mensuales de seis homicidios diarios, hoy estamos en un promedio de dos homicidios diarios: 51 por ciento de reducción”.
No obstante, Estadísticas de Defunciones Registradas (EDR) por el Inegi, del año 2019 al 2022, muestra que las autoridades capitalinas dejaron sin clasificar el 35 por ciento de las muertes, seis mil 36 fallecimientos fueron clasificados como “eventos de intención no determinada”, por lo que la cifra reportada por Sheinbaum puede estar fuera de contexto.
Estas son las claves del Plan de Seguridad de Claudia Sheinbaum
-
Continuismo con AMLO: Política Social vs. Crimen Organizado
A través de programas como Barrio Adentro, implementado en la CDMX, con el cual el gobierno pretendía hacerle frente a la violencia que viven los menores en zonas vulnerables de la capital, la nueva presidente buscará combatir el crimen desde sus cimientos.
“Todas las secretarías se sumaron para atender a la gente en las zonas de mayor índice delictivo (…) Si el joven no estaba yendo a la preparatoria, lo llevábamos. Si no tiene universidad o trabajo, se los encontramos”, explicó la presidenta.
La idea del programa es ocupar a los jóvenes en actividades que involucren una vida sana y activa, además de una formación consolidada, para evitar que elijan un camino orientado a la delincuencia.
Sin embargo, entre las críticas que recibió el programa está el hecho de que diversos estudios no han encontrado una relación causal entre pobreza y delincuencia. Apuntan como principal responsable de la inseguridad y crisis de violencia a los problemas de corrupción dentro de policías y fiscalías.
No obstante, la presidenta aseguró que el gobierno puede solucionar varios de los motivos por los cuales los jóvenes llegan a formar parte de organizaciones delictivas como:
- Ausencia de recursos económicos
- Ausencia de identidad social y cultural que quizá no tienen en la familia
- Falta de acceso a la educación y al empleo.
“El gobierno de México, con sus diferentes secretarías, tiene que ir al territorio para apoyar a la gente”, sentenció Sheinbaum.
2. Más poder al poder: Consolidar la Guardia Nacional
Uno de los puntos más polémicos del plan de Sheinbaum implica el empoderamiento de la Guardia Nacional en los esfuerzos para convertirla en una fuerza contra el crimen organizado.
Durante el sexenio anterior, López Obrador desapareció a la Policía Federal, acusada de corrupción y de tener vínculos con el crimen organizado, para reemplazarla con la Guardia Nacional, una organización con 140 mil oficiales también de corte civil pero adscrita a la rama militar.
El papel de los militares durante la administración de AMLO incrementó notablemente. Los elementos castrenses comenzaron a tener presencia en las calles y participar en la gestión de entidades y empresa públicas.
Además, como parte del llamado “Plan C” de AMLO, el Senado de la República aprobó la reforma constitucional para consolidar a la Guardia Nacional como una fuerza de seguridad pública e integrada por personas militar con formación policial, dependiente del ramo de Defensa Nacional.
Sin embargo, diversos críticos consideran que, para empezar, los militares no tendrían por qué estar en las calles. Prueba de esto es que apenas comenzada la presidencia de Sheinbaum, seis migrantes extranjeros fueron asesinados en un retén militar en Chiapas.
“La Guardia Nacional es una institución policial definida por una doctrina militar bajo regulación estricta. Es falso que haya militarización, lo que estamos haciendo es aprovechar la capacidad de la secretaria de la Defensa para que la Guardia Nacional se pueda consolidar”, aseguró el actual secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.
3. Otro round más contra la eterna impunidad
Durante el anuncio del plan, Harfuch explicó que las últimas dos partes de este comparten el objetivo común de reducir la impunidad en México, la cual se da en un 90 por ciento de los casos delictivos.
La administración de Sheinbaum buscará recopilar más información sobre los crímenes de maneras más eficientes y vincular dichos datos para que las autoridades competentes puedan emplearla a su favor.
Asimismo, una de las problemáticas actuales en el país es la filtración de denuncias de posibles delitos a grupos delictivos, los cuales aprovechan la fragmentación de los organismos de seguridad para continuar con sus actividades.
Para contrarrestar esta problemática, el gobierno creará una subsecretaría de inteligencia y una academia de la seguridad para policías y fiscales.
“No se trata solo de reaccionar a los delitos, sino anticiparse a ellos, usando inteligencia y recursos tecnológicos más avanzados para analizar datos, identificar patrones y comprender dinámicas en zonas con más incidencias”, dijo el secretario de Seguridad.
Esta medida se basa en la política de seguridad en la Ciudad de México, la cual logró una coordinación entre las policías y fiscalías para atender las denuncias.
Sin embargo, expertos han cuestionado la capacidad del gobierno central para coordinar diversas instituciones grandes, autónomas y de cada Estado.
Queda claro que la magnitud y complejidad de la violencia a nivel nacional superan con creces lo que Sheinbaum enfrentó en la CDMX. La inseguridad supone uno de los mayores retos en la carrera política de Sheinbaum, que recibe a un país en crisis y que viene de uno de los sexenios más violentos en su historia.
Más información relevante aquí.
