De cara a la temporada 2023 de la Fórmula 1, Red Bull debe hacer frente a una reducción del 10% del uso del túnel del viento tras sobrepasar el límite presupuestario en 2021; esto en consecuencia de una penalización que les limita “significativamente” y que les obliga a trabajar de forma más “disciplinada”.
Durante 2021, entró en vigor la reglamentación correspondiente al techo presupuestario, misma en la que Red Bull fue el único equipo que sobrepasó el límite impuesto.
Como resultado, la FIA le impuso una sanción económica y la reducción del uso del túnel del viento en un 10%, limitando el desarrollo del RB19 para 2023.
La segunda penalización es la que más preocupa al equipo austriaco, pues conlleva un impacto en el desarrollo de su monoplaza.
“Probablemente estamos casi al 25% del camino a través de esa penalización y, por supuesto, tiene un efecto”, ha comentado Christian Horner para Racer.
“Está limitando significativamente la cantidad de recorridos que podemos hacer en nuestro túnel cada trimestre y el equipo se está teniendo que adaptar a eso”, ha apuntado.
“Simplemente significa que debemos estar un poco más concentrados y ser más disciplinados en el proceso de prueba del túnel del viento o en nuestras herramientas de simulación”, añadió.
Así pues, el jefe de equipo sostiene que supone una gran desventaja para ellos, pero confía en poder minimizar los efectos:
“Es otro desafío y, sin duda, una desventaja al comenzar este año, pero tenemos personas que obviamente buscan extraer lo mejor y aplicarlo de la manera más eficiente y efectiva”, ha señalado para cerrar.
