Debido a que las autoridades de Ecuador han decomisado tanta cocaína que ya no pueden almacenarla, el gobierno de este país decidió convertir los excedentes de cocaína incautada en bloques de cemento, los cuales serán utilizados como material de construcción.
Durante el 2021, la cantidad de drogas incautadas en Ecuador se duplicó, lo que se tradujo en más de 210 toneladas, la mayoría de ellas eran de cocaína.
A pesar de que en 2022 la cantidad se redujo levemente, fue suficiente para terminar con el espacio disponible en 27 almacenes de la policía, en donde se guarda la droga antes de ser destruida.
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Las cantidades récord de esta droga provocaron una saturación inesperada en los hornos que las autoridades utilizaban para incinerar los estupefacientes.
Cada semana, las autoridades envían cientos de bloques decomisados a una planta de tratamiento, en donde las drogas son tratadas a un proceso junto con los residuos.
Después una máquina pulverizadora lo convierte todo en polvo y posteriormente se mezcla con cemento, arena y agua para producir plataformas de concreto que se utilizarán para hacer el piso de un almacén.
Este proceso es conocido como “método de encapsulamiento” de droga y es avalado por la oficina de la ONU contra la Droga y el Delito, aunque Ecuador “lo llevó a otro nivel”.
“Nuestro referente es de que tomamos ese proceso (de encapsulamiento) y lo hicimos en grande. Esa es la virtud del Ecuador en este momento”, declaró Edmundo Mera, subsecretario de Control de Drogas.
Además, según las autoridades, este método es hasta cuatro veces más rápido que incinerar la cocaína. Los técnicos de la planta aseguran que ya han procesado hasta 350 toneladas de la droga
