La violencia vicaria es un tipo de maltrato invisible que ocurre en las relaciones familiares. Se caracteriza por la utilización de los hijos e hijas como instrumentos para dañar a la pareja o expareja de un individuo.

Aunque este mecanismo de violencia es relativamente nueva y poco conocida, el impacto que tiene en la vida de las víctimas puede ser devastador y permanente.

En la violencia vicaria, la persona agresora utiliza a los hijos e hijas como forma de controlar y someter a la pareja o expareja. 

Te podría interesar: ONU SEÑALÓ QUE AFGANISTÁN ES EL PAÍS MÁS REPRESIVO PARA LAS MUJERES

Esto puede incluir la manipulación emocional de los niños para que tomen partido por uno de los progenitores, la prohibición o limitación de las visitas y comunicaciones entre el progenitor no agresor y los hijos, o incluso la utilización de los hijos como herramienta de venganza para hacer daño a la expareja.

Según Amnistía Internacional, la violencia vicaria puede tener diversas manifestaciones, pero entre las más comunes se encuentran:

  • Amenazas de llevarse a los niños y niñas, quitarle la custodia o incluso matarlos.
  • Aprovechar la presencia de los hijos e hijas para insultar a la madre, hablar mal de ella, humillarla y amenazarla.
  • Interrumpir los tratamientos médicos o farmacológicos de los niños y niñas cuando deberían de estar en tratamiento.
  • Utilizar los momentos del régimen de visitas para inventarse información dolorosa acerca de las hijas e hijos o la ausencia de información durante esos días.

Además, la violencia vicaria puede afectar el desarrollo cognitivo de los niños, lo que puede tener consecuencias a largo plazo en su rendimiento académico. 

Se ha demostrado que los niños que han sido expuestos a la violencia vicaria tienen más probabilidades de tener problemas de atención y de concentración en la escuela.

Te podría interesar:  iPhone 15 viene con el plan VIP de Telcel

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *