El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha firmado una ley que pone fin a la emergencia nacional por el COVID-19, según ha informado la Casa Blanca.
La medida no afectará al fin de la emergencia de salud pública prevista para el 11 de mayo y desde la Casa Blanca, varios funcionarios han restado importancia al impacto de la ley, afirmando que no afectará a la capacidad de reducir las estrategias sanitarias de forma ordenada.
Durante el mes pasado, el Senado aprobó el proyecto de ley en una votación bipartidista 68-23 y este mismo fue aprobado por la Cámara a principios de este año con 11 demócratas que fueron en contra de su partido para votar a favor de la resolución conjunta.
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“Dado que el Congreso votó a favor de poner fin a la Emergencia Nacional antes de lo previsto, la Administración ha trabajado para acelerar su retirada y avisar con la mayor antelación posible a las personas potencialmente afectadas”, dijo el funcionario.
La finalización de la emergencia nacional no afectará a la reducción prevista de la emergencia de salud pública el 11 de mayo, que permitió al gobierno proporcionar a sus ciudadanos pruebas, tratamientos y vacunas COVID-19 de forma gratuita, así como ofrecer mayores beneficios de la red de seguridad social, para ayudar a la nación a hacer frente a la pandemia y minimizar su impacto.
La Casa Blanca había manifestado su oposición al proyecto de ley, pero habían declarado que en caso de que esta llegara al escritorio del presidente sería aprobado.