El Gobierno italiano ha declarado un estado de emergencia nacional debido al aumento de la llegada de migrantes a través del mar Mediterráneo.
Con 28 mil personas que arribaron al país en los primeros tres meses del año, el aumento representa un 300 por ciento en comparación con el mismo período de 2022.
La administración italiana, liderada por la ultra conservadora Giorgia Meloni, ha aprobado la medida, y se asignará una financiación inicial de cinco millones de euros para llevarla a cabo.
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Por su parte, el ministro de Protección Civil y Políticas Marítimas, Nello Musumeci, señaló que existe el riesgo de enviar el sistema al colapso si continúa este ritmo de llegadas y que Europa debe darse cuenta de que no hay mucho tiempo.
“Que quede claro, no estamos resolviendo el problema, la solución solo puede depender de la intervención responsable de la Unión Europea”, afirmó.
Asimismo, el vicepresidente del Gobierno italiano, Matteo Salvini, también hizo hincapié en la importancia de que Europa despierte y intervenga para abordar la situación.
Además, se han adoptado sanciones para quienes vandalicen el patrimonio cultural en el Consejo de Ministros. La última vez que Italia decretó un estado de emergencia fue en febrero de 2022 para hacer frente a la acogida de refugiados ucranianos después de la invasión rusa, y durante la emergencia sanitaria de la COVID-19.
A finales de febrero de este año, se sucitó una de las peores tragedias migratorias en la historia Italia después de que los cuerpos de rescate encontraran 65 personas muertas a causa de una embarcación que se hundió cerca de la costa de Calabria.
