El pasado domingo 16 de abril, otro turista subió al Castillo de Kukulcán en la zona arqueológica de Chichén Itzá, en ubicado en Yucatán, ante la mirada indignada de turistas y pobladores que se encontraban en el lugar.
Las personas que presenciaron el acto gritaban consignas contra el joven y una mujer que atravesó la valla de contención que protege el templo sagrado para la cultura Maya.
“El castigo debe ser doble porque viene de Mérida, la capital yucateca, donde todos los habitantes saben que el Castillo forma parte importante de la ciudad sagrada de los mayas”, explicaron turistas.
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La ira e indignación de los testigos fue al grado que los visitantes insultaron al joven que subió y que dijo sentirse mal al bajar.
“Dijo que se sintió mal por las altas temperaturas que se registran en Yucatán para evitar más insultos y rechiflas (silbidos), pero nadie le creyó”, informó un guía de turistas.
Desde 2008, las reglas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) emitieron una ley que prohíbe subirse a algunas estructuras de México, principalmente al Castillo de Chichén Itzá.
Los turistas exigieron sanciones mucho más severas para los personas que cometan este tipo de acciones, porque la actual multa de cinco mil pesos no impide que estos suban al monumento.
Por su parte, José Arturo Chab Cárdenas, director del Centro INAH-Yucatán, confirmó que el joven provenía de Mérida y que existirá una sanción por subir a la escalinata poniente del Castillo de Chichén Itzá, la zona arqueológica considerada desde 1988 Patrimonio Cultural de la Humanidad.
“Este domingo se activó el protocolo de seguridad en la zona arqueológica de Chichén Itzá por el acceso no autorizado de una persona del sexo masculino que ingresó a la escalinata del monumento”.
