Análisis: la simbólica relación entre Jon Snow y su Huargo en Juego de Tronos

En el vasto universo de Juego de Tronos y su precursora literaria, Canción de Hielo y Fuego de George R. R. Martin, la relación entre Jon Snow y su huargo, Fantasma, ha sido uno de los elementos más intrigantes y simbólicos.

Desde su primera aparición en el episodio piloto de la serie, la conexión entre Jon Snow, interpretado por Kit Harington, y su huargo ha sido una representación visual y narrativa del complejo linaje y destino de Jon, reflejando elementos esenciales de la historia de Juego de Tronos.

El simbolismo del Lobo Blanco: Un vínculo entre dos linajes

Desde el momento en que Jon Snow, el hijo bastardo de Ned Stark, encuentra a Fantasma, el único huargo albino de la camada, queda claro que este lobo no es un animal ordinario.

Con su pelaje blanco y ojos rojos, Fantasma no solo destaca entre los demás huargos, sino que también simboliza la singularidad de Jon dentro de la familia Stark.

Mientras que los otros Stark se quedan con huargos de pelaje gris, Jon, como bastardo, recibe un lobo que es diferente en apariencia y naturaleza.

El color blanco de Fantasma es un símbolo potente. En Juego de Tronos, el blanco es un color que tradicionalmente se asocia con la casa Targaryen, la familia real que gobernó Westeros durante siglos.

Aunque Jon Snow crece creyendo que es un Stark, la verdad sobre su linaje, revelada a lo largo de la serie y en los libros, es que es en realidad un Targaryen por sangre.

Esta dualidad de su identidad está hábilmente representada en la figura de Fantasma, quien, aunque es un huargo (símbolo de los Stark), posee el color blanco, que evoca la herencia Targaryen de Jon.

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El vínculo entre Jon Snow y Fantasma va más allá de lo visual. En la narrativa de Juego de Tronos, los huargos están profundamente conectados con sus amos, reflejando aspectos de sus personalidades y destinos.

El hecho de que Fantasma sea albino, una rareza, subraya la singularidad del destino de Jon; como Targaryen y Stark, Jon está destinado a jugar un papel crucial en el futuro de Westeros, y Fantasma es un recordatorio constante de este linaje dual.

Ojos rojos y conexiones místicas

Los ojos rojos de Fantasma son otro detalle significativo. En el lore de Juego de Tronos, el color rojo está asociado con los Antiguos Dioses del norte y con el Cuervo de Tres Ojos, una figura mística que posee vastos poderes de visión y conocimiento.

Fantasma, con sus ojos rojos y naturaleza silenciosa, parece estar ligado a estos elementos místicos, sugiriendo que Jon Snow también está conectado con fuerzas más allá de lo humano.

El Cuervo de Tres Ojos, conocido en su vida humana como Brynden Ríos, también era un Targaryen y un Blackwood, lo que lo conecta con los Primeros Hombres y los Antiguos Dioses.

Esta conexión entre Jon Snow, Fantasma, y el Cuervo de Tres Ojos sugiere que Jon podría ser más que un simple peón en el Juego de Tronos. Podría estar destinado a ser una figura central en el destino de Westeros, uniendo los linajes de los Stark y los Targaryen y cumpliendo profecías antiguas.

En resumen, la relación entre Jon Snow y su huargo, Fantasma, es un símbolo profundo y multifacético que refleja la complejidad del personaje de Jon y su lugar en la historia de Westeros. Mientras los fanáticos esperan con ansias la continuación de los libros de George R. R. Martin, queda por ver cómo se desarrollará este vínculo y qué papel jugará Jon Snow en el futuro de Juego de Tronos.

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