La petrolera estatal mexicana, Petróleos Mexicanos (Pemex) está en proceso de recibir fondos para solventar una deuda de casi 10 mil 23 millones de dólares en bonos durante 2023.
A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) señaló previamente que el gobierno saldría al rescate de la compañía estatal, ni Pemex ni la administración de Obrador tienen contemplado este pago en el presupuesto.
Por su parte, la Secretaria de Hacienda tiene la expectativa de recibir el pago de la deuda durante el primer trimestre de este año, poco tiempo después de que le fuera retirado el financiamiento público a través de exenciones tributarias e inyecciones de capital en el segundo semestre del 2022.
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La incertidumbre que provoca la situación de Pemex ha creado dudas entre los inversores, quíenes se cuestionan si la gigante petrolera podrá pagar la deuda a través del apoyo de financiamiento internacional, la venta de facturas de productos petroleros impagas o emplearán otras herramientas financieras.
“Ha quedado claro que, bajo esta administración, no habrá un rescate significativo de Pemex”, dijo Roger Horn, estratega senior de SMBC Nikko Securities America en Nueva York
Los grandes proyectos de la actual administración, como lo son la refinería Dos Bocas y la construcción del Tren Maya, ambas obras con presupuestos sumamente excesivos, han mermado las arcas de la nación.
Además, las ganancias de la industria petrolera han disminuido de manera significativa y dejaron de aportar porcentualmente a los ingresos federales debido a un descenso en la producción y una disminución en los obligaciones de participación en las utilidades de la empresa estatal.
