La huelga histórica de trabajadores del sector automotor en Estados Unidos alcanzó una nueva escala en General Motors y Stellantis, al momento en el que el presidente Joe Biden anunció que se unirá a las protestas de los trabajadores el próximo martes.
Al menos cinco mil 600 miembros del sindicato United Auto Workers (UAW) abandonaron los 38 centros de distribución y repuestos de General Motors y Stellantis, tras sumarse a la huelga iniciada la semana pasada.
El presidente del UAW, Shawn Fain, invitó al presidente de los Estados Unidos, una señal de lo mucho que representan dichas negociaciones y las repercusiones del conflicto.
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Por otra parte, el exmandatario republicano Donald Trump hará lo mismo el miércoles, en donde buscará ganarse la confianza del sector electoral.
Fain indicó que el movimiento pasa por 20 estados y fábricas de General Motors y Stellantis, con quienes las negociaciones se han estancado.
En lo que respecta a Ford, la compañía estadounidense no se ha visto muy afectada debido a que ha realizado concesiones importantes desde que se iniciara la protesta hace una semana.
“El martes iré a Michigan para unirme al piquete y solidarizarme con los hombres y mujeres de UAW que luchan por acceder una parte justa del valor que ayudaron a crear”, comunicó Biden a través de redes sociales.
“Es hora de alcanzar un acuerdo en el que todos ganen y que mantenga próspera la fabricación de automóviles estadounidense con empleos bien remunerados”.
