Casco Frío

El casco frío se utiliza para tratar diferentes tipos de cáncer, reduciendo la cantidad de quimioterapia que afecta el cuero cabelludo.

Los efectos secundarios de la quimioterapia en el tratamiento contra el cáncer se consideran factores que afectan negativamente la calidad de vida de los pacientes. Uno de los efectos más significativos es la caída del cabello.

La quimioterapia es un método de tratamiento que emplea fármacos para destruir células cancerosas, evitando que estas células crezcan, se dividan y se multipliquen.

Debido a que aproximadamente el 80% de nuestro cabello está en constante crecimiento, la quimioterapia afecta la producción de nuevo cabello al dañar las células de la matriz del folículo piloso.

Los fármacos utilizados en la quimioterapia son sustancias químicas potentes que atacan las células en diferentes fases del ciclo celular. Según explica el Dr. Santiago Bella, Jefe del Servicio de Oncología Clínica del Sanatorio Allende, estos fármacos detienen la división de las células tumorales pero también afectan a células normales, incluyendo las del folículo piloso.

El casco frío en acción

La técnica de hipotermia del cuero cabelludo se utiliza para tratar el cáncer. Al enfriar el cuero cabelludo, se contraen los vasos sanguíneos, lo que reduce o evita que la quimioterapia destruya las células del folículo piloso, responsables de la producción de cabello.

Este método implica enfriar el cuero cabelludo con gorras hipodérmicas o compresas de hielo antes, durante y después de cada sesión de quimioterapia, con el objetivo de prevenir o reducir la caída del cabello.

Los dispositivos utilizados en este procedimiento contienen líquido refrigerado a 4°C, que circula por conductos conectados a un casco de enfriamiento externo colocado en la cabeza del paciente.

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El tratamiento con cascos fríos se emplea cuando la terapia implica medicamentos que provocan la caída del cabello, independientemente del tipo de tumor. Este método también reduce la actividad de los folículos pilosos, haciéndolos menos susceptibles a los efectos de la quimioterapia.

Mejor calidad de vida

El Dr. Santiago Bella destaca que si bien esta técnica no mejora los resultados biológicos del tratamiento, sí reduce significativamente el impacto en la calidad de vida y la salud mental del paciente.

Es fundamental seguir las indicaciones médicas para la colocación adecuada de los gorros refrigerantes o los cascos de enfriamiento del cuero cabelludo antes del inicio del tratamiento. Los pacientes pueden experimentar dolores de cabeza y otros efectos secundarios como molestias en el cuello, los hombros y la frente, mareos y náuseas, así que se recomienda abrigarse y usar mantas durante el procedimiento.

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