COMERCIO ELECTRÓNICO

México ha sido testigo de un crecimiento constante en la participación del comercio electrónico en la economía nacional, con un marcado repunte durante el año 2020, según los resultados preliminares del Valor Agregado Bruto del Comercio Electrónico (VABCOEL) 2022 presentados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Desde 2013, el comercio electrónico de bienes y servicios ha ganado terreno, pasando de representar el 3.3% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional en ese año, a un 4.2% en 2018 y 2019.

Sin embargo, fue en el 2020, año marcado por la pandemia, cuando su contribución alcanzó el 4.7% del PIB.

Los datos más recientes muestran que en 2022, el comercio electrónico aportó un 5.9% al PIB nacional, con un Valor Agregado Bruto del Comercio Electrónico de 1.75 billones de pesos a precios corrientes.

Esta cifra representa un impresionante aumento del 36.9% con respecto al año anterior, ajustado por la inflación.

De este valor agregado bruto, el 23.3% corresponde al comercio al por menor de bienes, el 19.4% al comercio al por mayor de bienes y el 57.3% al resto de los servicios.

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El INEGI señala que estos resultados reflejan la recuperación gradual de la economía tras el aislamiento social provocado por la pandemia.

Se observa una disminución en la participación del comercio al por menor, ya que las personas han vuelto a adquirir bienes directamente en los establecimientos.

Por otro lado, se destaca un aumento en la participación de servicios como alojamiento, esparcimiento y transporte, que experimentaron una merma en su actividad durante 2020.

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La economía digital ha sido impulsada por diversos servicios financieros, nuevas formas de contratación en línea, y productos digitales entregados de manera gratuita a los consumidores, financiados mediante ingresos publicitarios.

La información generada por los consumidores también se ha convertido en un activo valioso, vendido a terceros interesados.

El comercio electrónico continúa desempeñando un papel fundamental en la economía mexicana, adaptándose y evolucionando para satisfacer las demandas cambiantes del mercado y el comportamiento del consumidor.

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