Damian Lillard está cansado de tanto ruido. El base de los Portland Trail Blazers lleva mucho tiempo siendo tachado de superestrella leal hasta la exageración. Lillard atraviesa su décima tercera temporada con el equipo de Portland y mientras tiene muchas oportunidades para ir a un equipo más competitivo, los aficionados y críticos por igual siguen preguntándose – ¿por qué no se va?
Queda por ver si alguna vez lo hará, pero está claro que Lillard está harto de que todo el mundo se obsesione con su decisión de quedarse. En una reciente aparición de la estrella de los Blazers en el podcast The Old Man and the Three de JJ Redick, culpa a la obsesión con la cultura de los anillos de que la NBA parezca estar cambiando a peor.
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“La NBA en la que juego ahora no es la NBA a la que llegué”, dijo Damian Lillard. “Espero que evolucione, todo cambia constantemente, pero siento que juego por amor al juego. Quiero competir. Quiero saber lo que se siente al ganar. Quiero ver a mis compañeros de equipo hacerlo bien. Quiero que les paguen. Me gusta la parte de la unión. … Pero ahora es como si eso no contara”.
Lillard se explayó sobre disfrutar del proceso y la progresión de construir algo con un equipo. Con el objetivo de ganar un campeonato mezclado con la era del empoderamiento del jugador, no hay tanto lugar para una estrella de la vieja escuela como Dame.
“No quiero hablar de mi situación, pero estuve hablando después de un partido hace una semana. Me preguntaron: ‘Dame, para ganar un anillo…’ No necesito demostraros que quiero ganar un anillo. ¿Por qué demonios juego? … No podemos seguir actuando como si nada importara. Como el resto de las cosas, el camino no importa. … No disfruto en lo que se está convirtiendo la NBA”.
Damian Lillard señala que su vida fuera del baloncesto le mantiene con los pies en la tierra. En última instancia, separa su autoestima de estar determinada por sus éxitos en la cancha, lo que le permite tomar decisiones basadas en motivaciones internas y no en críticas externas. Dame intenta ganar en Portland. En lugar de obsesionarse con su falta de anillos, está más preocupado por disfrutar del viaje mientras hace todo lo posible por conseguir uno.
