En la Fórmula 1 y con supervisión de la FIA, se ha reportado que la categoría sólo podrá introducir las reglas técnicas de la normativa 2026 para 2025 como antes; pero, ¿por qué hablar de ello ahora?, la respuesta está en la estrategia, y es que algunos equipos buscan adelantarse en la carrera hacia la próxima revolución en el diseño de los monoplazas.
Con la introducción de las novedades técnicas de 2022 con efecto suelo, la batalla en las pistas se han vuelto más intensas, sin embargo, el desarrollo de estos monoplazas sigue en su fase inicial de desarrollo, dejando al descubierto que los secretos de la generación actual de coches de carreras aún son un enigma para muchos ingenieros y equipos.
El equipo de Milton Keynes, Red Bull Racing, con su ventaja estratégica, ha demostrado que la tecnología de punta sigue siendo un territorio sin cartografiar para la mayoría.
A pesar de que numerosos equipos continúan luchando por comprender y dominar las reglas vigentes, ya se perfila en el horizonte la próxima gran reforma, pautada para 2026.
Para evitar que algunos de los equipos más ávidos de innovación tomen ventaja prematuramente, se ha planteado una controvertida propuesta: retrasar artificialmente el inicio del desarrollo de las nuevas regulaciones.
Esta estrategia podría influir de manera significativa en el trabajo de las escuderías durante la temporada 2025. En términos técnicos, se espera que este retraso artificial permita mantener la igualdad de condiciones, impidiendo que ciertos equipos se aventajen excesivamente en la adopción de las regulaciones futuras, que de hecho siguen en redacción.
