Matt Pearce, líder del sindicato de trabajadores de Los Angeles Times, expuso que el despido de los 168 colaboradores que fungían como redactores/ periodistas, que equivalen a una cuarta parte del personal, ha sido bastante desafortunado. Recientemente, despidieron a 94 redactores y 74 fueron despedidos en julio 2023.
A través de un comunicado de prensa, LA Times Guild informó que con la manifestación que realizaron el viernes de la semana pasada, otras decenas de trabajadores se salvaron, pero faltan 94 colaboradores más.
“Creemos que nuestra decisión de ir a la huelga salvó decenas de puestos de trabajo en la sala de redacción hoy, como aludió el presidente y director de operaciones del L.A. Times, Chris Argentieri, en su memorando a la sala de redacción esta tarde. Pero para el resto de los 94 miembros del LAT Guild que aún enfrentan un despido, no tenía por qué ser así.”, afirma el comunicado.
“The Times optó por despidos masivos planificados desde hacía mucho tiempo a través de un seminario web en el que a los miembros del personal no se les permitió ni una sola pregunta.”, declaró el sindicato.
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El recorte del 25% del área de redacción es devastador y no solo afecta a los periodistas y sus familias, sino la calidad de los contenidos y el acercamiento con la audiencia, según informaron los colaboradores del medio.
Por otro lado, declararon que el despido se dio en contra de la promesa de diversidad que hizo la empresa, ya que los colaboradores que sufrieron el recorte son periodistas jóvenes negros, AAPI y latinos.
Otro tema que ha tenido gran relevancia es la falta de transparencia que tienen en las condiciones de despido: “La dirección quería que el Gremio aceptara condiciones de despido extremas que no estaba dispuesta a hacer públicas, esencialmente pidiendo a los periodistas que firmaran un acuerdo sin decirles lo que contenía. Como parte de este acuerdo secreto, la empresa intentó enfrentar a jóvenes periodistas de color con empleados de mayor rango”, agregaron.
La credibilidad y confianza de la audiencia del LA Times y sus periodistas se ha visto mermada por lo sucedido, tras “manera brutal e inhumana”.
“Un periódico no puede desempeñar ese papel cuando su personal ha sido reducido hasta la médula. Los Ángeles es una ciudad de primera clase y necesita una sala de redacción de primera clase para controlar a sus líderes, celebrar sus victorias y contar las historias de su gente.”, manifestaron.
