La activista climática sueca Greta Thunberg fue detenida y sacada a la fuerza del borde de la mina de lignito a cielo abierto Garzweiler II por la policía alemana después de una serie de protestas por parte de activistas climáticos.
Las protestas en las que participaba Thunberg son en contra de la expansión de una mina de carbón en el pueblo occidental de Lützerath, propiedad del gigante energético europeo RWE.
Durante las manifestaciones, los activistas han abogado por la importancia simbólica de Luetzerath durante años y el lugar se ha convertido en el epicentro de la lucha contra el cambio clímatico y sobre el debate en Alemania sobre la vuelta a la quema de carbón para producir energía tras la crisis provocada por la guerra de Ucrania.
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Entre los hechos notables que se dieron durante la manifestación, varias personas ocuparon una excavadora gigante en la mina de carbón de Inden y otros cientos de manifestantes más se unieron a una marcha de protesta cerca de Luetzerath.
Se registraron algunos enfrentamientos con la policía y posteriormente varios activistas corrieron hacia la mina a cielo abierto de Garzweiler y se pararon al borde del pozo abierto. Las autoridades afirmaron que era peligroso y que la gente tenía prohibido quedarse allí.
Con el pretexto del peligro que representaba la situación, varios agentes de policía rodearon al grupo de activistas que se encontraban en la zona, entre los que estaba la activista climática Greta Thunberg, quien entre otros participantes de la protesta, fue sacada a la fuerza del lugar.
Durante los últimos días, la aldea fue evacuada por la policía y actualmente se encuentra acordonada.
La policía y RWE comenzaron a desalojar a los manifestantes de Luetzerath el 11 de enero, a través de la demolición de barricadas, talando casas de árboles y derribando edificios.
