Diputados aprueban reforma que fortalece a CFE y eliminan responsabilidad estatal sobre transición a energías limpias

La Cámara de Diputados aprobó, en lo general y en lo particular, una reforma propuesta por el expresidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), la cual dota de poder a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) al darle prioridad sobre empresas privadas. La reforma también convierte tanto a la CFE como a Pemex en empresas públicas.

Con la mayoría calificada de Morena y aliados, fue aprobado el dictamen que reforma los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, en materia de áreas y empresas estratégicas. En lo general, se aprobó con 353 votos a favor y 122 en contra; mientras que en lo particular esta reforma fue aprobada con mayoría calificada de 350 votos a favor, 111 en contra y una abstención. Ahora el Senado es responsable de su análisis, debate y votación.

Además, gracias a la aprobación de una reserva de Morena, se eliminó del dictamen un párrafo que establecía la responsabilidad del Estado en la transición energética para reducir la contaminación, lo que derivó en un debate entre diputados oficialistas y opositores.

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Fue la diputada de Morena, Ana Elizabeth Ayala, quien propuso eliminar dicho dictamen en el que se establecía que el Estado mexicano tenía a su cargo la transición energética para reducir la emisión de gases y componentes de efecto invernadero cuando el debate ya sobrepasaba las nueve horas.

“El Estado queda a cargo de la transición energética y utilizará de manera sustentable todas las fuentes de energía de las que dispone la Nación con el fin de reducir las emisiones de gases y componentes de efecto invernadero, para lo que establecerá las políticas científicas , tecnológicas e industriales necesarias para la transición energética y otros impactos ambientales”, mencionaba el fragmento del artículo 27 eliminado por Morena y aliados.

Dicha propuesta recibió el apoyo total de la bancada morenista y sus aliados, mientras la oposición la criticó ampliamente debido a que deslinda al Gobierno de su responsabilidad frente a la lucha contra la contaminación.

De igual manera, la reserva también modificó el artículo 28 Constitucional, para suprimir una línea en la que dice que la planeación y el control del sistema energético nacional tiene como objetivo “asegurar el servicio de la electricidad en toda su cadena de valor y preservar la seguridad y autosuficiencia energética de la nación”.

Sobre las reservas aprobadas, la diputada Laura Ballesteros, de Movimiento Ciudadano, aseguró que: “esta es una reforma tóxica, quieren seguir generando combustoleo con energía sucia. Le quitan la responsabilidad al Estado sobre el medio ambiente y la transición energética”.

Asimismo, Rubén Moreira, coordinador del Partido Revolucionario Institucional (PRI), argumentó que el Estado no solo se limita al gobierno, sino a los empresarios y la población en general, por lo que al suprimir el párrafo del artículo 27 se quita toda responsabilidad a todas las personas de la transición energética.

“Nosotros requerimos que el Estado mexicano dicte las políticas públicas a las que se sujeten todos los mexicanos, empresarios y no empresarios. Lo que ustedes están haciendo es que al momento que quitan este párrafo, ahí sí nadie se va a hacer cargo de hacer las políticas públicas ni empujar el cambio tecnológico”, indicó Moreira.

Monreal defiende reforma

Ricardo Monreal, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, explicó que al mantener dicho párrafo “entonces el Estado sería el único responsable de la transición energética”.

“No sería posible, porque no tienen la capacidad económica y tampoco se daría congruencia a la afirmación de la Presidenta Claudia Sheinbaum, quién dijo que las inversiones que se generen con motivo de la energía y del petróleo, tendrán certeza jurídica (…) si no se suprime este párrafo, no se permitirá constitucionalmente la inversión privada para ninguna generación de energía”.

La bancada oficialista votó a favor de que tanto la CFE como Pemex vuelvan a ser empresas “públicas” del Estado, un estatus que mantenían antes de 2013, cuando el Congreso aprobó la Reforma Eléctrica, una iniciativa presentada por el expresidente, Enrique Peña Nieto, que las convirtió en empresas “productivas”.

Más allá de un cambio semántico, el significado de esta modificación repercute en la operación de dichas empresas paraestatales. Al respecto, Luz Elena González, secretaria de Energía, indicó que al convertirse en empresas productivas, Pemex y CFE seguían un esquema de rentabilidad y con reglas de mercado. Sin embargo, al recibir el título de empresas públicas, la idea del Gobierno es que operen bajo una lógica de bienestar social para proveer servicios a mejores precios a todas las comunidades del país y no solo con fines comerciales.

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