El Lince Ibérico se reporta que ya no está en peligro de extinción

Una noticia extraordinaria ha sido recibida en el ámbito conservacionista: la población del lince ibérico, un animal que lleva décadas en peligro de extinción, ha empezado a recuperarse significativamente en toda la península ibérica.

La población del lince ibérico está viviendo un periodo de recuperación, lo que ha permitido que su estado pase de “en peligro de extinción” a “vulnerable”, según las etiquetas de la UICN.

El felino había obtenido esta clasificación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) en el año 1986, cuando la institución lo incluyó en su Lista Roja de Especies Amenazadas.

Desde entonces, su estado solo empeoró, llegando a encontrarse en peligro crítico a principios del siglo XXI; este formidable animal, tan característico de su territorio, estuvo muy cerca de la desaparición.

No obstante, las políticas y proyectos de conservación no han cesado en su incansable lucha por la supervivencia del lince; finalmente, en 2024, se ha podido recoger los frutos de este arduo trabajo: durante los tres últimos años, su población se ha triplicado, superando los dos mil ejemplares, según los datos disponibles en el último censo.

Perspectivas del Lince Ibérico

A pesar de este avance significativo, el lince ibérico ha dejado de considerarse como una especie “en peligro” de extinción y sigue siendo clasificado como “vulnerable” por la UICN.

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La organización sin ánimo de lucro WWF, una de las involucradas en los trabajos conjuntos de conservación que se han llevado a cabo en España y Portugal desde la década de los 90, también ha anunciado este hito a través de su página web.

En ella, se han mencionado algunas de las iniciativas en las que han participado, como un interesante programa de cría en cautividad que se puso en marcha en el año 2002.

Para que este éxito en la conservación del lince ibérico pueda continuar teniendo el efecto deseado, es esencial que las instituciones nacionales y las organizaciones conservacionistas sigan trabajando diligentemente.

Se debe prestar especial atención a los focos de amenaza en su hábitat natural, que no son pocos; entre estos desafíos se encuentran la pérdida de hábitat, la disminución de sus presas naturales y las muertes causadas por actividades humanas, como atropellos y la caza ilegal.

El objetivo a largo plazo es que la población del lince ibérico supere los tres mil 500 ejemplares, lo que permitiría una mayor estabilidad y reduciría su estado de vulnerabilidad.

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