El pasado domingo 4 de junio se reconfiguró el mapa político de México después de que el Estado de México y Coahuila sostuvieran elecciones para las gubernaturas de ambas entidades.
En lo que respecta al estado más poblado del país, el Estado de México, la candidata Delfina Gómez de Morena recibió entre 52.1 por ciento y 54.2 por ciento de los votos, lo que termina con un mandato histórico del PRI, que había gobernado la entidad por 94 años.
No obstante, en Coahuila el priista Manolo Jiménez obtuvo entre 55.7 por ciento y 58.1 por ciento de los sufragios, por lo que la entidad se mantendrá como la única del norte que no registró alternancia política.
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El bloque de Morena y sus aliados ahora cuenta con 23 entidades bajo su administración; le sigue el PAN con cinco y el PRI y MC con dos cada uno.
En lo que respecta a población total gobernada, el PRI pasará de ser la segunda fuerza política a la cuarta más importante del país tras perder uno de sus bastiones en el Estado de México.
En términos de participación, en el Estado de México se estima entre 48.7 por ciento y 50.2 por ciento, una clara disminución respecto a 2017, cuando fue del 53 por ciento. También se registró un descenso en la participación electoral en Coahuila, la cual se calcula entre 56.6 por ciento y 58.5 por ciento, lo que contrasta con el 60 por ciento de 2017.
