El piloto de Hyundai Motorsport, Esapekka Lappi inició la séptima prueba del Campeonato del Mundo de Rallyes de la FIA en busca de su cuarto podio consecutivo, pero terminó en una humilde 12ª posición de la general tras sufrir unas averías mecánicas relacionadas con la transmisión.
Los problemas comenzaron durante el shakedown del miércoles, cuando se rompió el eje de transmisión de su coche y, aunque se reparó rápidamente, tuvo problemas similares en la pasada siguiente.
Tras un meritorio ascenso hasta la tercera posición de la general el sábado por la tarde, las aspiraciones de Lappi se vieron truncadas una vez más al sufrir otro fallo en el propulsor en Soysambu 2. Sin inmutarse, volvió a la pista. Sin inmutarse, se reincorporó al rallye el domingo por la mañana, sólo para sufrir otro contratiempo en el primer tramo.
“Creo que debe ser algo relacionado con el montaje, o algo va mal en la línea… No lo sé”, reveló el finlandés. “Los demás no tuvieron este problema, pero era el mismo chasis que en Cerdeña.
“No tengo ni idea. Una vez es una coincidencia. La segunda vez, tal vez. ¿Cuatro veces? Tenía un poco de miedo de apretar en el Power Stage de Kenia, pero duró”, añadió.
A continuación, las rapidísimas carreteras de tierra de Estonia y su prueba de casa en Finlandia ofrecen a Lappi las plataformas perfectas para recuperar el ritmo. Sin embargo, cuando se le preguntó por la prevención de nuevos fallos en el árbol de transmisión, admitió que aún le quedaban incertidumbres.
“Creo que será menos duro en Estonia y Finlandia, es la única esperanza que tengo”, dijo. “Seguro que el equipo lo comprobará y analizará, pero es un reto. No podemos hacer las piezas más fuertes, eso seguro”.
“Podemos comprobar y ajustar el coche, como hicimos esta semana en Kenia, e intentar que dure más. Pero sí, hay muchos interrogantes”.
