El núcleo de la Tierra, la esfera gigante de hierro con una temperatura comparable al Sol y que se encuentra a más de cinco mil kilómetros de profundidad, se habría frenado y podría empezar a rotar en dirección contraria a la superficie.

Fue a través del estudio de cientos de terremotos que los científicos Yi Yang y Xiaodong Song, del Instituto de Geofísica Teórica y Aplicada de la Universidad de Pekín, descubrieron que debido a los efectos de la geodinámica se produjo la rotación diferencial del núcleo interno de la Tierra con respecto al manto.

El corazón de la Tierra está compuesto por una esfera de hierro y níquel con un radio de mil 221 kilómetros y cinco mil 400 °C lo hacen comparable a la temperatura del Sol (5.700 °C).

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Cabe recalcar que el estudio de la capa más interna del planeta Tierra es muy complicado y prácticamente solo se puede hacer a través del análisis de los sismos, gracias a que la variación de las ondas sísmicas revelan la composición interna del núcleo y su velocidad de rotación.

A finales de los años setenta, un equipo de científicos de la Unión Soviética intentaron cavar un agujero en la península de Kola, al norte de Rusia y después de varios años de trabajo, lograron alcanzar 12 kilómetros de profundidad, lo que hasta el día de hoy es la mayor profundidad que hemos alcanzado. Parece imposible llegar más lejos sin que las paredes del agujero no colapsen por la presión.

“Vemos evidencia contundente de que el núcleo terrestre ha estado rotando más rápido que la superficie, pero alrededor de 2009 se detuvo”, dice el geofísico Song Xiaodong

Song analizó casi 200 terremotos en las islas Sandwich del Sur, un remoto archipiélago del Atlántico cercano al polo sur, entre la década de 1960 y la actualidad.

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Los sismos sucedían en parejas, por lo que producían ondas sísmicas ídenticas, aunque al ser identificados en estaciones de Alaska, cerca del polo norte, sus ondas llegaban ligeramente distintas al atravesar el núcleo.

“Estas observaciones aportan pruebas de interacciones dinámicas entre las capas de la Tierra, desde el interior más profundo hasta la superficie”, concluyeron los autores.

¿Qué consecuencias tiene que el núcleo de la Tierra se haya frenado?

Aunque no existen consecuencias radicales, una de los primeros cambios notables es que la duración del día se podría ver reducida en fracciones de segundo.

Al comparar la duración de un día en la actualidad con uno de la década de los setenta, los científicos descubrieron que los días actuales duran una milésima de segundo menor en comparación a la media registrada hace 50 años.

Además, el fenómeno también podría afectar en gran medida al clima del planeta y al nivel del mar, debido a que la rotación del núcleo interno dentro del externo también altera el campo gravitatorio interno y causa deformaciones en la superficie, lo que puede aumentar la temperatura.

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