Durante la noche del pasado miércoles 14 de agosto en un restaurante situado en la colonia Roma, en la Ciudad de México, elementos de la Fiscalía Anticorrupción de Chihuahua detuvieron a Javier Corral, exgobernador de Chihuahua, debido a presuntas acusaciones por corrupción. No obstante, el fiscal capitalino, Ulises Lara, detuvo el arresto y negó la colaboración con las autoridades de Chihuahua para posteriormente llevarse al político en una camioneta.
Los agentes anticorrupción acudieron al restaurante GinGin, ubicado la alcaldía Cuauhtémoc de la capital, donde cenaba Corral Jurado. Posterior a identificarse, los elementos de seguridad mostraron la orden de aprehensión en su contra, librada el 9 de agosto pasado, dentro de la causa penal 3050/2024.
Momentos después, Ulises Lara, encargado de despacho en la Fiscalía de la Ciudad de México, arribó al lugar e informó que no iban a colaborar con las autoridades de Chihuahua y frustró la detención.
Lara justificó su acción aceptando que a pesar de que si existió una solicitud de colaboración, esta aún no se había autorizado. Explicó que no es suficiente con ingresar el documento, sino que es necesario que la autoridad ministerial capitalina emita una autorización expresa para que los agentes de otras entidades puedan actuar en la capital del país.
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A través de un mensaje publicado por la Fiscalía este jueves, Ulises Lara aseguró que por la noche, recibió una llamada del equipo del exgobernador y decidió corroborar él mismo si había agentes de la Fiscalía capitalina en tal diligencia:
🔴 #ÚLTIMAHORA I El intento de detención al exgobernador de #Chihuahua, Javier Corral, se buscaba realizar de manera ilegal, debido a que la Fiscalía de Chihuahua no contaba con un oficio de colaboración, destacó Ulises Lara.
“Bajo ninguna circunstancia se trató de un rescate” pic.twitter.com/3h0QSQNVrl
— Ruido en la Red (@RuidoEnLaRed) August 15, 2024
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