Ante el incremento de chinches en París, capital de Francia, el gobierno galo declaró un estado de emergencia por la crisis sanitaria que significa esta plaga.
Dentro de las iniciativas para combatir este contexto, Clement Beaune, el ministro francés de Transportes, confirmó que se reunirá con los operadores de transporte para emprender nuevas acciones” con el fin de “tranquilizar y proteger” a los ciudadanos.
Además de los ejemplares encontrados en el transporte público, por medio de redes sociales se ha reportado el hallazgo de chinches en salas de cine y otros espacios públicos.
En declaraciones al canal de televisión francés LCI el viernes, el vicealcalde de París, Emmanuel Gregoire, calificó el fenómeno de “generalizado”.
“Hay que entender que en realidad nadie está a salvo, obviamente hay factores de riesgo pero, en realidad, se pueden coger chinches en cualquier sitio y llevárselas a casa”, dijo.
De acuerdo con un experto del organismo nacional de salud y sanidad de Francia, Anses, una de las principales causas del esparcimiento de chinches, se debe a la movilidad social y el hospedaje en lugares de paso.
“Se debe principalmente al movimiento de personas, a los desplazamientos de población, al hecho de que la gente se queda en alojamientos de corta duración y se trae chinches en las maletas o el equipaje”, señaló Johanna Fite, del departamento de evaluación de riesgos de la Anses.
Asimismo, Fite detalló que no existe un método milagroso para deshacerse de las chinches, pues han desarrollado un sistema cada vez más resistente a los insecticidas.
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Sin embargo, el vicealcalde de París advirtió contra la “histeria” en torno a este asunto, señalando que se había producido un “aumento de parisinos que se remiten a los servicios de información del ayuntamiento para informarse sobre las chinches”.
“Las empresas profesionales que intervienen en zonas residenciales nos dicen que actualmente la proporción de intervenciones por chinches es atípica en comparación con lo normal y está aumentando rápidamente”, dijo.
La noticia llega cuando París se prepara para acoger los Juegos Olímpicos de 2024, pero las autoridades dicen no estar preocupadas.
“No hay ninguna amenaza para los Juegos Olímpicos”, dijo Gregoire.
