A través de un comunicado oficial, el Gobierno de Haití anunció la imposición de un estado de urgencia y toque de queda en el departamento del Oeste, el cual incluye a la capital, Puerto Príncipe, tras la “degradación de la seguridad” y los recientes ataques a dos cárceles por parte de bandas armadas.
El Gobierno explicó que esta medida se adopta para “restablecer el orden y tomar las medidas apropiadas para recuperar el control de la situación”.
Dicho toque de queda, vigente durante 72 horas y sujeto a renovación, regirá desde las 18:00 hasta las 05:00 horas del día siguiente, abarcando los días lunes, martes y miércoles.
Te podría interesar: ATAQUE ARMADO ISRAELÍ A CIVILES EN EL SURESTE DE GAZA DEJA MÁS DE 100 MUERTOS Y 700 HERIDOS
“Las fuerzas del orden han recibido el mandato de usar todos los medios legales a su disposición para que se respete el alto el fuego y detener a los infractores”, se lee en la nota firmada por Patrick Michel Boisvert, que actúa como primer ministro en ausencia de Ariel Henry.
Con identificación
Esta restricción no afecta a los miembros de la fuerza pública en servicio, bomberos, conductores de ambulancias, personal sanitario y periodistas debidamente identificados.
La decisión se fundamenta en la “degradación de la seguridad”, especialmente en la zona metropolitana de Puerto Príncipe, en donde violencia perpetrada por bandas armadas, que incluye secuestros, asesinatos de ciudadanos pacíficos, violencia contra mujeres y niños, así como saqueos y robos de bienes públicos y privados, ha provocado desplazamientos masivos de la población.
Durante el comunicado, se refieren de manera específica a los ataques a las dos principales cárceles del país, La Capitale y Croix des Bouquets, que resultaron en bajas y heridos entre la Policía y el personal penitenciario, así como la fuga de prisioneros peligrosos y actos de vandalismo en estos lugares, poniendo en peligro la seguridad nacional.
Desde el jueves pasado, Haití ha experimentado una escalada de violencia sin precedentes, marcada por enfrentamientos entre la Policía y pandillas armadas, tiroteos intensificados en los barrios y un aumento en el número de muertos y heridos.
