A cuatro días de las elecciones presidenciales, Gerardo Sosa Castelán, expresidente del patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), reapareció este miércoles en un evento de la casa de estudios para un encuentro con la comunidad estudiantil, docente y administrativa.
La aparición de Castelán llega cinco días después del cambio de medida cautelar que el 24 de mayo concedió el juez de control con sede en el penal de El Altiplano, Gregorio Salazar Hernández, de prisión domiciliaria a firma periódica.
Sosa Castelán continúa en proceso por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Durante su reaparición pública en el Centro de Extensión Universitaria (CEUNI), descartó su reincorporación a la máxima casa de estudios del estado y aseguró que solo pasó a saludar.
Asimismo, aprovechó para no milita en ningún partido político y explicó que no conoce a fondo los motivos del rompimiento entre el Partido del Trabajo (PT) y Morena en Hidalgo. De igual manera, mencionó que no ha tenido contacto con el gobernador del estado, Julio Menchaca Salazar, ni tiene motivos para buscarlo.
Apenas el pasado 24 de mayo, el juez de control federal, Gregorio Salazar Hernández, determinó terminar la medida cautelar de resguardo domiciliario impuesta al expresidente de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Gerardo S.C.
No obstante, continuará utilizando el brazalete electrónico como medio de localización del acusado hasta en tanto no se celebre el juicio oral sobre el proceso que se le sigue por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Cambio de medida a Gerardo Sosa Castelán para resumir responsabilidades laborales
El argumento del juez para modificar la medida de resguardo domiciliario a Sosa Castelán era permitir que desempeñara actividades laborales que realizaba antes de su detención y que le permitan continuar con sus tratamientos médicos.
Por su parte, la defensa argumentó que ya transcurrieron más de cuatro años desde la instauración del proceso en contra de su defendido sin celebrar su juicio.
Elementos de la Fiscalía General de la República (FGR) detuvieron a Gerardo Sosa Castelán en la Ciudad de México el 31 de agosto de 2020. Seis días después, el 6 de septiembre, un juez federal lo vinculó a proceso junto a tres personas más por los delitos de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita por 58 millones 200 mil pesos.
El 3 de febrero de 2022, un juez de control, ubicado en Almoloya, Estado de México, autorizó la sustitución de la medida cautelar de prisión preventiva por arraigo domiciliario, lo que ha dejado el penal de máxima seguridad del Altiplano debido a su escaso estado de salud. El 24 de mayo de este año un juez de control ordenó el cese del resguardo domiciliario; sin embargo, su proceso continúa.
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