Poco tiempo después de que se cumplieran 300 días de guerra en Ucrania, Rusia lanzó uno de sus ataques más masivos desde el comienzo de la invasión.
Los proyectiles enviados por las fuerzas rusas fueron enviados desde varias direcciones más de 120 misiles de crucero. El ejército ucraniano aseguró haber derribado 54 de los 69 misiles lanzados por Moscú.
“Después del ataque nocturno de los drones kamikaze, el enemigo está atacando Ucrania desde varias direcciones con misiles de crucero aéreos y marítimos desde aviones y barcos estratégicos. Además, hay una alta actividad de la aviación táctica de los ocupantes”, según el mensaje del Mando de las Fuerzas Aéreas ucraniana.
Te podría interesar: RUSIA ADVIERTE A UCRANIA: RÍNDANSE O ENFRÉNTENSE A LA GUERRA
Los ataques impactaron en varias partes de Ucrania, entre los que estaba la capital Kiev, en donde se registraron al menos tres heridos, y donde el alcalde Vitali Klitschko alertó de posibles apagones y pidió a los vecinos cargar sus móviles y almacenar agua.
El 40 por ciento de los habitantes capitalinos se quedaron sin suministro eléctrico.
Por otra parte, el alcalde la ciudad occidental de Leópolis, Andrii Sadovyi, las explosiones dejaron el 90 por ciento de la ciudad sin electricidad.
Además, en la segunda ciudad más grande de Ucrania se registraron múltiples explosiones.
Asimismo, el ministro de Defensa ucraniano, Oleksii Reznikov, escribió en redes sociales que “los terroristas rusos sueñan que los ucranianos celebrarán el Año Nuevo en la oscuridad y el frío”.
Recientemente, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Lavrov, advirtió nuevamente a Ucrania que debe desmilitarizarse, amenazó con más acciones militares y acusó falsamente a Kiev y Occidente de fomentar la guerra que comenzó con la invasión de Moscú.
Lavrov aseguró que “Ucrania debe eliminar cualquier amenaza militar a Rusia; o al contrario […] el ejército ruso (resolverá) el problema”.
Las declaraciones del diplomático también reflejaron la postura del Kremlin de que Ucrania y sus aliados occidentales fueron responsables de la guerra de 10 meses, que ha matado a decenas de miles de personas y desplazado a millones.
