El área metropolitana de Monterrey, Nuevo León, amaneció el pasado 26 de septiembre con restos humanos de al menos 12 personas desechados en siete puntos diferentes de la región.
Al respecto, el secretario de Seguridad estatal, Gerardo Palacios Pámanes, dio a conocer que la principal línea de investigación trata de “una purga al interior de un grupo del crimen organizado que tiene su principal residencia en Tamaulipas, en virtud de algunas deslealtades al interior de su organización”.
A lado de las hieleras y bolsas con los restos humanos, había carteles con un mensaje que confirmaba la hipótesis y estaban firmados por el Cartel del Noreste, la organización criminal predominante en dicha región.
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La Fiscalía estatal confirmó posteriormente, y tras varias especulaciones, que entre los hallazgos, había 12 cabezas humanas, todas de hombres.
Según el secretario, el mensaje escrito en los carteles podría ser un indicio de que se trata de un grupo de individuos que eran miembros de una organización delictiva que se habían infiltrado en el Cartel del Noreste y que fueron descubiertas.
Posteriormente, el secretario de Gobierno estatal, Javier Navarro, indicó que se trataba de una disputa con el Cartel de Sinaloa, debido a que ambos células criminales delictivas se han disputado el control de la plaza desde hace tiempo. El conflicto ya había dejado decenas de muertos, pero nunca con se habían expuesto a tal grado.
Actualmente, las autoridades investigan cómo fue que dejaron los restos en esos siete puntos, entre los que están zonas muy transitadas como la carretera hacia Saltillo o en Apodaca, sobre la autopista que va al Aeropuerto Internacional de Monterrey.
