Millones de familias en Estados Unidos (EU) vivieron momentos de angustia en la víspera de Navidad después de que una tormenta polar dejara sin electricidad a cientos de miles de hogares y negocios y provocara la muerte de al menos 37 personas.
La ciudad de Buffalo, Nueva York fue de las más afectadas, ya que sufrió vientos huracanados que provocaron múltiples apagones.
Los servicios de emergencia del poblado colapsaron y el aeropuerto internacional de la ciudad tuvo que cerrar.
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Los funcionarios estadounidenses han atribuido las muertes a la exposición, los accidentes automovilísticos, la caída de una rama de un árbol y otros efectos de la tormenta.
Al menos tres personas murieron en Buffalo; dos sufrieron emergencias médicas en sus hogares y no pudieron ser atendidas porque los equipos de emergencia no pudieron llegar a ellos en medio de condiciones históricas de ventisca.
La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, declaró que el Aeropuerto Internacional Buffalo Niagara permanecería cerrado hasta el lunes por la mañana y que casi todos los camiones de bomberos de la ciudad quedaron varados en la nieve:
“No importa cuántos vehículos de emergencia tengamos, no pueden atravesar las condiciones mientras hablamos”, dijo Hochul.
Asimismo, las ventiscas cegadoras, la lluvia helada y el frío glacial también cortaron la energía en lugares desde el estado de Maine hasta Seattle.
De igual manera, un importante operador de red eléctrica advirtió a los 65 millones de personas a las que surte de energía en el este de los EU que podrían ser necesarios apagones continuos.
