Después del terremoto en Turquía y Siria que ha afectado a más de 26 millones de personas y provocado la muerte de un total de 33 mil personas muertas, miles de rescatistas y binomios caninos han estado a la orden para tratar de salvar la mayor cantidad de vidas posibles y muy pronto se les unirá un escuadrón de auxilio muy peculiar y pequeño: un equipo de ratas amaestradas para trabajar en el rescate de personas.
“Pueden adentrarse en los escombros y penetrar donde los perros no pueden llegar”, dice Sander Verdiesen, un ingeniero eléctrico que trabaja con Apopo , la organización sin fines de lucro que entrena a las ratas.
Por más de una década, la asociación ha entrenado a ratas para detectar minas terrestres en África, práctica que se les da bien gracias a su extraordinario olfato.
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Los ratones están equipados con una mochila que contiene un dispositivo GPS de alta precisión, una cámara de alta resolución y un micrófono.
También cuentan con un auricular sensible que les permite a las rescatadores comunicarse con las personas atrapadas y posteriormente el ratón recibe una señal que le confirma que ha completado su tarea de la mejor manera, lo que se traduce en una deliciosa recompensa que recibirá al salir.
Además, cuentan con un micrófono bidireccional, lo que hace posible que un equipo de rescate hable con una víctima.
“No podemos enseñar a las ratas a hablar, por lo que necesitamos alguna forma de comunicarnos con los sobrevivientes entre los escombros”, dice Verdiesen, quien comenzó a diseñar la mochila cuando era estudiante en la Universidad Tecnológica de Eindhoven en los Países Bajos.
La Dra. Donna Kane, zoóloga escocesa y supervisora del programa de entrenamiento de ratas de rescate, explicó que las ratas son animales curiosos y aventureros, lo que los convierte en un animal ideal para este tipo de tareas.
Además, se fían de su excelente sentido del olfato y su tamaño para encontrar humanos en espacios pequeños y confinados.
