Inglaterra y Estados Unidos igualaron sin goles por la segunda jornada del Grupo B del Mundial Qatar 2022 en el estadio Al Bayt. Los británicos sumaron 4 puntos, mientras que los norteamericanos, 2.
Southgate ni le movió al once británico: se recuperaron Maguire y Kane y apostó por la fórmula de la goleada a Irán.
Los americanos siguen sembrando para el 2026, sangre joven guiada por Pulisic, el más hábil y claro, exigente, con sus compañeros y con la grada, a la que encendió cuando le pidió alentar.
Kane, el goleador de la pasada Copa, tuvo la primera: empalmó un precioso servicio bajo de Saka, pero falló para ponerla a primer poste y mover el marcador del Al Bayt. Tuvo que pasar media hora para que los americanos se sacudieran los complejos. McKennie la tuvo en el área y después Musah entregó a Pickford.
Se jugó más en campo inglés. El enemigo estaba en casa, con el Chelsea: Pulisic se sacó de la chistera un tiro lejano que estremeció horizontal británico. El ataque inglés no era pícaro como en el debut, poco de Bellingham. Los extremos se agotaron pronto.
Era de tú a tú. Hablando el mismo idioma, pero reclamando el nombre del deporte: en una cabecera reclamaban: “It’s football!”, y en la contraria respondían: “It’s our soccer”.
Estados Unidos se creció en el complemento, agobió a los europeos, la banda izquierda de Pulisic era una pista de despegue para la fuerza aérea americana. No lograba conectar porque la zaga inglesa cortó todo, uno y otro tiro de esquina, que el cobrador, Christian aprovechaba para pedir más y más apoyo. Pero no remataron uno al marco.
El cambio fue tardío, pero sirvió: Grealish le recordó la calidad de súper estrellas a los integrantes del ataque del cuadro de La Rosa con su movilidad. La favorita selección europea no se acercó a la máquina ofensiva que se presentó en Qatar y Estados Unidos logró mantenerse con vida en un sector que Irán revolvió más temprano.
